El Ministerio de Hacienda multiplicó, en un plazo de cuatro años, el cruce de datos para combatir la evasión de impuestos.
En el 2012, la Dirección General de Tributación (DGT) detectó 8.791 sospechas de irregularidades tributarias de contribuyentes.
Para el 2016, los incumplimientos en el proceso de declaración de información o impuestos ascendieron a 945.619.
Entre las anomalías identificadas sobresalen el incremento patrimonial no justificado, renta neta insuficiente, la declaración de impuesto de renta en cero o la declaración con pérdidas recurrentes.
Así se detalla en una auditoría especial (DFOE-SAF-IF-00015-2017) efectuada por la Contraloría General de la República (CGR) a la Dirección de Inteligencia Tributaria (DIT) de Tributación, del 22 de diciembre del 2017.
También, se encontró reporte de proveedores falsos, posibles fraudes en importaciones así como operaciones inusuales.
La Dirección de Inteligencia Tributaria, creada en diciembre del 2011, se encarga de realizar el cruce de información de 132 bases de datos con las que cuenta Hacienda, con el objetivo de detectar posibles incumplimientos tributarios.
Destacan la información de Hacienda, colegios profesionales, entidades financieras y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Carlos Vargas, director de Tributación, confirmó que los riesgos detectados permiten a la entidad fiscalizar y buscar la regularización del contribuyente, en caso de ser necesario.
Por ejemplo, la Contraloría resaltó que Hacienda logró, mediante el uso de esta herramienta de investigación, determinar más de ¢18.000 millones en simulación de pagos a terceros, entre el 2012 y 2016.
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El ente contralor resaltó que el nuevo modelo de detección de riesgos fiscales permitió a Hacienda encontrar proveedores falsos, profesionales con operaciones inusuales y patrones de fraude en importación.
"La Dirección de Inteligencia Tributaria señaló a la Contraloría que dichos productos se convirtieron en un insumo que genera alertas acerca de una posible evasión o fraude fiscal", detalla la CGR en su informe.
Hacienda cuenta, actualmente, con 600.000 contribuyentes entre personas físicas y jurídicas.
Uso de big data
Las nuevas herramientas de fiscalización permiten a Hacienda ser más exacto en los procesos de fiscalización de contribuyentes, principalmente entre profesionales liberales.
Además, de que favorece el incremento en la recaudación impositiva –en especial del impuesto sobre la renta– y permite la detección de contribuyentes omisos, confirmó Carlos Vargas, director de Tributación.
La información de Hacienda muestra que la recaudación de renta significó, el año pasado, 4,8% de la producción frente al 3,8% del 2012, el primer año de uso de la herramienta de inteligencia tributaria.
De hecho, este tributo se convirtió, a partir del 2016, en el más relevante en la estructura de recaudación, lugar que ostentaba el impuesto sobre las ventas.
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"Como consecuencia de estas actuaciones (de fiscalización) hay contribuyentes que corrigieron su actuación, pues fueron y pagaron. Pero hay otros que incumplen y defienden su actuación", recalcó Vargas.
Añadió que sin la detención hecha, en los últimos años, los contribuyentes no hubieran corregido la actuación incorrecta.
El funcionario recalcó que las herramientas de inteligencia tributaria se usan, principalmente, en la masividad de los contribuyentes y no en la categoría de grandes contribuyentes.
Para Alan Saborío, socio director de Deloitte y exdirector de Tributación, el uso de la aplicación de herramientas de big data o análisis masivos de información han facilitado las investigaciones tributarias.
El especialista señaló que ahora se cuenta con factura electrónica y las declaraciones informativas y favorecen el trabajo de inteligencia de datos.
"La acción de esta oficina de inteligencia tributaria se convierte en la antesala de un proceso de fiscalización para que sea teledirigido, para determinar si hace una auditoría a la totalidad de la de empresa o solo a alguna actividad en particular", recalcó Saborío.
German Morales, socio director Grant Thornton Costa Rica –firma consultora en temas tributarios–, comentó que el uso de información masiva de bases de datos permite al fisco ser más eficaz en sus actuaciones.
Además de que permite hacer cruce de información con bases de la Caja Costarricense de Seguro Social, las propias de Hacienda, entidades financieras y colegios profesionales.
"Ahora es posible no gastar esfuerzos en vano, elevar la recaudación y detectar con mayor facilidad a contribuyentes ocultos", afirmó Morales.
La herramienta más reciente de Tributación, puesta en marcha esta misma semana, es el buzón electrónico para la notificación de procesos de fiscalización o solicitud de información a contribuyentes.
Comercio, industria, y bancos aportan el 65% de la recaudación de tributos
La industria de manufactura, las actividades comerciales y los bancos son los sectores productivos que más contribuyen en la recaudación tributaria.
Estas tres actividades representaron el 65% de los ingresos del Ministerio de Hacienda durante el 2016.
Así se señala en el estudio Análisis del Comportamiento de los Ingresos Tributarios publicado en marzo pasado por la Dirección General de Hacienda.
El informe de Hacienda tomó en cuenta el pago de tributos como renta, ventas, impuesto único a los combustibles, marchamo, traspaso de bienes, entre otros.
Las compañías de manufactura son las que más recursos pagan al fisco, pues representaron el 28,4% de los ¢2,8 billones de ingresos tributarios del 2016.
Por su parte, el comercio significó el 22% de los ingresos y el sector financiero (bancos y seguros), el 14,4%.
En el estudio de Hacienda se detalla que los dos sectores más relevantes en la recaudación, industria y comercio, reportaron las menores tasas de incremento tributario, en comparación con el 2015.
La manufactura tributó, en el 2016, ¢696.554 millones, es decir, 4,4% más respecto al 2015.
En el caso del comercio, para el mismo periodo, fue de ¢536.065 millones con un incremento del 5,6%.
El sector bancario sí reportó un alza relevante en la contribución, pues se ubicó en ¢352.240 millones en el 2016, es decir, 16,2% más frente al año previo.
La actividad agropecuaria fue el sector con un peso relevante en la producción del país que retrocedió en el pago de impuestos.
El agro generó ¢23.038 millones en ingresos tributarias a Hacienda, en el 2016, lo cual fue una caída del 15,3% en relación con al 2015, muestra el estudio.