Los servicios turísticos, de ingeniería, arquitectura, topografía y construcción de obra civil, que cumplan ciertos requisitos, tendrán un aumento en su tarifa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) durante los próximos meses.
Así lo indican los transitorios VII bis y IX del reglamento de Ley del Impuesto sobre el Valor Agregado, que establecen la gradualidad en el cobro del IVA en distintos servicios, con la que la tarifa fue aumentando con el paso de los años.
De esta forma, dichos servicios pasaron de estar exentos al pago del tributo y fueron aumentando su tarifa gradualmente, pasando de 4%, luego a un 8% y posteriormente estarán gravados en un 13% cada uno de dichos servicios.
Los servicios de ingeniería y construcción estuvieron exentos del 16 de setiembre del 2020 al 31 de agosto del 2021. Posteriormente, la tarifa subió al 4% y se mantuvo así desde el 1°. de setiembre del 2021 hasta el 31 de agosto del 2022. Desde el 1° de setiembre del año anterior y hasta el próximo 31 de agosto la tarifa del IVA se mantiene en 8%.
Por su parte, los servicios turísticos pagaron 4% de tarifa entre el 1°. de julio del 2020 y el 19 de agosto de ese mismo año. Luego estuvieron exentos entre el 20 de agosto del 2020 y el 30 de junio del año siguiente. A partir del 1°. de julio del 2021 y hasta el 30 de junio del 2022, se sujetaron a la tarifa reducida del 4% de nuevo, para luego escalar al 8% entre el 1°. de julio del 2022 y hasta el próximo 30 de junio.
Mario Hidalgo, socio líder de impuestos de Grant Thornton, explicó que este aumento en la tarifa se le trasladará al consumidor final, algo en lo que coincidió Tadeo Morales, vicepresidente de Arenal Cámara de Turismo y Comercio y secretario de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur).
Morales amplió que, con esto, el producto turístico nacional va a volver a aumentar de precio, lo que se suma a las preocupaciones de los empresarios del sector ante la baja en el precio del dólar (los extranjeros y empresarios reciben menos colones con la misma cantidad de dólares), lo que según ellos hace que el país pierda competitividad.
“La preocupación que tenemos es cómo se ha encarecido el producto turístico en Costa Rica para todo el extranjero que lo visita, y estamos preocupados de perder competitividad con otros mercados”, indicó el representante de Canatur.
Por su parte, la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) también expresó su preocupación ante el aumento de la tarifa que pagarán algunos servicios. Según Carlos Trejos, presidente de la agrupación, dicho incremento tendrá un “severo impacto” en la situación económica del sector.
“La construcción es altamente sensible a los cambios en tasas impositivas, por lo que la entrada en vigencia de este ajusta tendrá un efecto negativo no solo para el sector, sino también para las familias y empresas con planes para construir”, indicó Trejos.
Recientemente, la CCC solicitó al Poder Ejecutivo convocar el proyecto de ley para evitar el aumento del IVA en los servicios de construcción, que se tramita bajo el expediente N° 23.195, el cual mantendría la tarifa impositiva al 8% hasta setiembre del 2025.
Cambios para los empresarios
Mario Hidalgo explicó que la actualización en el porcentaje de la tarifa también podría generar cambios a la hora de realizar la declaración y acreditarse el impuesto.
Según indicó, la gradualidad que existe actualmente genera una dificultad para los contribuyentes que pagan bienes y servicios al 13% de la tarifa, mientras venden los suyos con una tarifa reducida del 8% (o a tarifas diferenciadas en general), por lo que deben trasladar esa diferencia al consumidor final vía precio, o bien, sacrificar esa parte de sus utilidades.
Quienes venden bienes y servicios a una tarifa reducida (1%, 2%, 4% u 8%) no pueden acreditarse la tarifa total del IVA para trasladarla a la autoridad tributaria, sino que únicamente pueden adjudicarse el porcentaje de la tarifa que cobran. Esto es conocido como regla prorrata.
“Muchas personas lo que hicieron fue comprar bienes y servicios que estuvieran a la misma tarifa, para no tener que aumentar ese costo al precio final o trasladarlo al consumidor. Era complicado, porque los hacía caer en esta situación que se llama la prorrata”, explicó Mario Hidalgo.
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Por lo tanto, con dicho cambio, quienes ofrezcan los servicios turísticos y los servicios de ingeniería, arquitectura, topografía y construcción de obra civil con las características antes mencionadas en los próximos meses, podrán acreditarse la totalidad de la tarifa del IVA, pues será igual a la que ellos cobrarán.
A pesar de eso, existen algunas excepciones que seguirán incurriendo en la situación de prorrata. Por ejemplo, los desarrolladores inmobiliarios que adquieran servicios a profesionales en ingeniería, topografía o construcción, verán aumentada la tarifa que le tendrán que trasladar al consumidor final con el aumento del IVA al 13%.
Según Hidalgo, esto ocurrirá porque los activos que los desarrolladores inmobiliarios venden no pagan el IVA, sino que estos bienes están sujetos al impuesto del traspaso.
De esta forma, el Impuesto al Valor Agregado que dichos desarrolladores deben trasladar a la autoridad tributaria lo obtienen al cobrar dicho porcentaje en el producto final. Al incrementarse la tarifa del IVA sobre esos servicios, las empresas también deberían incrementar ese porcentaje que se le carga al consumidor final, según concluyó Hidalgo.
*Nota del redactor: este artículo se actualizó a las 6:00 del 17 de mayo para incluir la posición del presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC)