El régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) enfrenta un déficit actuarial de ¢74,6 billones, lo que compromete su capacidad para financiar las jubilaciones futuras. De hecho, las dificultades para cumplir con las obligaciones del principal sistema previsional de Costa Rica comenzarán en 2047.
“El IVM está en un estado deficitario y no pasa una prueba rigurosa de solvencia actuarial en el largo plazo”, se determina en la Valuación Actuarial del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), al 31 de diciembre de 2022, elaborada por la Dirección Actuarial y Económica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y presentado a la Junta Directiva de la institución, la mañana de este jueves 12 de setiembre.
En el documento de 145 páginas, del cual tiene copia La Nación, se precisa que el hueco actuarial se trata de la proyección en un periodo de 99 años, traído a valor presente. “En nuestra opinión este déficit es de muy significativa magnitud”, explicaron los actuarios encargados del estudio.
Para entender la dimensión del faltante, la cifra es seis veces superior a la estimación de gastos del Gobierno Central para el Presupuesto Nacional de 2025, que asciende a ¢12,4 billones. Además, el monto supera en 1,5 veces la producción de Costa Rica, estimada por el Banco Central en ¢49,1 billones para este 2024
De cara a los afiliados, el estudio determinó que el régimen tiene solvencia para pagarle al 56,1% de los pensionados, con los recursos y beneficios actuales. Sin embargo, no tiene la capacidad para cumplir con el 43,9% de las promesas de pago en el periodo analizado de nueve décadas.
A junio pasado, el sistema registró 372.671 pensionados. Además, contaba con 1.740.935 trabajadores y 77.752 patronos cotizantes, según datos de la CCSS, administradora del régimen.
Supuestos del estudio
Un estudio actuarial analiza la sostenibilidad financiera del fondo de pensiones, por medio de la evaluación de los ingresos, gastos y proyecciones de variables demográficas y económicas, como la longevidad y la tasa de cotización, para prever si podrá cumplir con sus obligaciones futuras.
Las previsiones hechas por la CCSS en este estudio se fundamentan en el supuesto del cumplimiento total y oportuno de las obligaciones del Estado. Si el Gobierno transfiere menos dinero, como ocurrió en los últimos años, la situación del fondo podría empeorar e incrementarse el déficit.
Sin embargo, si se llegara a acuerdos para el arreglo de pago de la deuda estatal con Hacienda y se dispusiera de recursos adicionales, los resultados del estudio mejorarían.
Carolina González Gaitán, directora de la Dirección Actuarial de la Caja, explicó este jueves, durante la sesión de Junta Directiva de la CCSS, que la importancia del estudio radica en ver, con mayor información disponible, cómo andan los indicadores financieros para continuar con el proceso de fortalecimiento del IVM.
“Estas proyecciones consideran para cada año el pago total y oportuno de la obligación anual del Estado. El agotamiento de la reserva se presenta en el 2047, esta reserva responde a la inversión del seguro, no de la deuda del Estado. Si paga se da un respiro importante al IVM”, dijo González.
Para efectuar las proyecciones de la situación del IVM, la Dirección Actuarial estableció los supuestos de que, en el plazo de análisis, la inflación anual sería del 4%, habría un 2% de incremento real en los salarios y un rendimiento real de las inversiones del 3,5%.
Las estimaciones se hicieron con población abierta, es decir, que para todo el periodo de análisis se prevé el ingreso de nuevos afiliados. Los datos utilizados corresponden al corte del 31 de diciembre de 2022.
Este estudio actuarial es relevante porque es el primer análisis sobre la salud financiera del IVM posterior a la pandemia de la covid-19, que se inició en 2020. Asimismo, incorpora el efecto de la decisión de la Junta Directiva de que el alza del aporte obrero-patronal y estatal al régimen sea cada tres años, en vez de cada cinco. Actualmente, la contribución es del 11,16% sobre el salario del trabajador, y llegará al 12,16% en 2029.
También se tomó en cuenta el efecto de la reforma a las condiciones de jubilación, en aplicación desde enero pasado, que eliminó el adelanto de pensión para los hombres y elevó el beneficio para las mujeres a partir de los 63 años, en vez de los 60 años. Además, modificó la fórmula de cálculo de la cuantía mensual de la pensión.
Precisamente, estos cambios son la principal razón que generaron una mejora respecto al estudio actuarial del 2018, en el cual se previó que la reserva del IVM se agotaba en 2037. Ahora, este momento llegará en 2047.
Equilibrio momentáneo
El estudio muestra que, en la perspectiva de corto plazo (2023-2032), el fondo tiene capacidad para hacer frente a los gastos en pensiones y continuar asumiendo la cancelación del Seguro de Salud para los beneficiarios. Esta situación ocurre porque los ingresos por cotizaciones obrero-patronales son suficientes para cubrir el pago de beneficios. Sin embargo, esta condición empezará a revertirse a partir de 2033.
La Caja, como administradora del IVM, primero empezará a utilizar los intereses de las inversiones para hacer frente al faltante. Posteriormente, se comenzará a usar también el dinero de las reservas del régimen hasta que estas se agoten en 2047, según el estudio.
El desequilibrio ocurrirá porque llegará un momento en que los nuevos pensionados crecerán más rápidamente que los cotizantes. En 2024, por cada persona jubilada hay cinco afiliados que aportan al sistema, lo que se conoce como razón de soporte. Esta relación disminuirá progresivamente hasta ser de 1,5 personas por cada pensionado en 2070.
Este escenario se debe a la previsión de una aceleración en la cantidad de nuevos jubilados. Para este año, se estima que habrá un promedio de 370.551 pensionados, pero en un plazo de 25 años casi se triplicará, alcanzando los 937.566, de los cuales el 71% serán beneficiarios de retiro por vejez.
“El crecimiento del gasto (en pago de pensiones) respecto al ingreso resulta mayor en el largo plazo (...) A partir del 2035 ante la necesidad de utilizar los intereses, se va a provocar una desaceleración del crecimiento de la reserva y a su vez una menor cuantía en los ingresos por intereses, acompañado de la desaceleración de los ingresos por cuotas”, se subraya en el estudio.
La valuación destaca que, para las próximas décadas, la reciente reforma al régimen y el incremento de la cotización tripartita –hasta alcanzar el 12,16% en 2029- serán insuficientes para hacer frente a las obligaciones del IVM con los afiliados.