El jefe del Banco Mundial, David Malpass, acusado en los últimos días de ser un escéptico del cambio climático, aseguró en una entrevista en línea que no tenía intención de dejar su cargo, rechazando nuevamente los señalamientos en su contra.
“No renunciaré y no lo he considerado”, respondió Malpass, interrogado por el medio Politico, y agregó que “ninguno” de los estados miembros de la institución internacional ha pedido su salida, dijo este viernes 23 de setiembre.
El jefe del Banco Mundial está bajo fuego por no reconocer el papel de los combustibles fósiles en el calentamiento global, durante una mesa redonda organizada por el New York Times, a inicios de esta semana.
Malpass fue designado como jefe del Banco Mundial, en abril del 2019, después de que Donald Trump, entonces mandatario de Estados Unidos, lo nominara para el cargo. Él es considerado fiel partidario del expresidente Trump.
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La polémica
“Es claro que las emisiones de gases de efecto invernadero son provocadas por el hombre, en particular por el uso de combustibles fósiles, y estamos trabajando para cambiarlo”, explicó Malpass a la cadena CNN Internacional.
A comienzos de esta semana, el exvicepresidente estadounidense Al Gore acusó a Malpass de ser un “escéptico del cambio climático”, estimando que había sido incapaz de mejorar el financiamiento de proyectos en la materia en países en desarrollo.
“No soy escéptico (del cambio) climático”, insistió Malpass, y consideró que pudo haberse “confundido” por no “ser siempre bueno a la hora de responder preguntas”.
El máximo responsable de la institución internacional fue interrogado en una mesa redonda dedicada al financiamiento de la lucha contra el cambio climático, a lo que Malpass se negó a dar una respuesta.
“¿Acepta usted el consenso científico de que el uso de energías fósiles recalienta peligrosa y rápidamente el planeta?”, le preguntó el moderador del evento, a lo que el jefe del Banco Mundial rehusó responder.
Luego de varias preguntas para saber si reconocía el hecho de que las energías fósiles tenían un impacto real en el recalentamiento terrestre, por fin y presionado por el público Malpass declaró que no sabía.
“No soy un científico”, se justificó Malpass, que prefirió destacar el “enorme esfuerzo” realizado por el Banco Mundial para ayudar al financiamiento contra el cambio climático.
La mesa redonda, organizada por el diario The New York Times, se desarrolló en el marco de la Semana del Clima en Nueva York, al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El comentario de Malpass suscitó numerosas reacciones de parte de oenegés especializadas, que solicitaron su renuncia.
“El Banco Mundial no puede ser dirigido por un escéptico (del cambio) climático. El presidente (Joe) Biden y el consejo de administración de la institución deben licenciarlo de inmediato”, declaró en un comunicado Luisa Galvao, de la asociación Amigos de la Tierra.
“Con Malpass a la cabeza, no se puede confiar en el Banco Mundial como aliado del desarrollo sostenible”, dijo a su turno Bronwen Tucker, de Oil Change International.