El ministro de Hacienda, Elian Villegas, externó a los diputados su oposición a la propuesta para rebajar el marchamo 2022, porque afectaría el ajuste fiscal impulsado por el Gobierno.
Villegas argumentó que reducir el tributo sobre la propiedad de vehículos, cobrado en el derecho de circulación, impactaría el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Hacemos la advertencia expresa a la Asamblea Legislativa de que la aprobación de esta reducción al impuesto podría obstaculizar el acuerdo que el país alcanzó con el FMI, ya que resultaría incomprensible que el país, que requiere un ajuste fiscal, en vez de aumentar los ingresos del Estado, los esté disminuyendo, comportándose por tanto como un país que no requiere de ningún ajuste”, subrayó el jerarca en una carta enviada este martes 31 de agosto al Congreso.
Villegas remitió la misiva a Silvia Hernández, presidenta de la Asamblea Legislativa, y a los jefes de las bancadas.
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La reacción del jerarca de Hacienda se da después de que el Partido Liberación Nacional (PLN) anunciara el respaldo al proyecto impulsado por la verdiblanca Franggi Nicolás, el independiente Dragos Dolanescu y otros congresistas.
La iniciativa implicaría una reducción en el tributo de al menos ¢61.000 millones, según las estimaciones de Hacienda.
Al no contar con esos ingresos, Villegas afirmó que la única vía para reponerlos será mediante la emisión de nuevos bonos de deuda.
El año pasado, los diputados aprobaron una disminución en el marchamo 2021 que implicó una caída en la recaudación de ¢57.000 millones en el impuesto a la propiedad de vehículos. Este tributo representa, en promedio, el 70% del pago del derecho de circulación.
La nueva propuesta denominada de “alivio en el pago del marchamo 2022″ plantea una rebaja del 50% en el impuesto sobre la propiedad de vehículos para los autos particulares con un valor fiscal de hasta ¢7 millones.
La disminución también aplicaría a los automóviles de carga liviana de hasta ¢15 millones (vehículos de trabajo), así como los de carga pesada, busetas y autobuses, de turismo, maquinaria agrícola, los de ‘renta car’ y servicio público.
En el caso de los vehículos particulares con valor fiscal entre los ¢7 millones y los ¢15 millones, la reducción del pago será de hasta un 25%, mientras que a los automotores entre los ¢10 millones y los ¢15 millones se les aplicará una baja del 15%.
El proyecto implica que los propietarios de naves, buques y aeronaves tengan que cancelar el total del impuesto sobre la propiedad de los vehículos para el 2022.
A las motocicletas con un valor fiscal menor a ¢1 millón, les aplicarán una exoneración del impuesto al valor agregado en el cobro del marchamo.
Del beneficio impulsado en el proyecto se excluyen los vehículos que aparezcan a nombre de altos jerarcas del sector público o en sociedades en las que participen.
Golpe a ajuste fiscal
El ministro Villegas destacó que aprobar una reducción del impuesto, por segundo año consecutivo, constituiría en un gran golpe al proceso de ajuste fiscal.
“Dentro de los escenarios que se han acordado con el FMI se asume, en primer lugar, la posibilidad de contar con todos los ingresos provenientes de los impuestos vigentes a la fecha y no se contempla, bajo ningún supuesto, la posibilidad de que estos impuestos sean reducidos”, afirmó.
Reiteró que la mayoría de los costarricenses no son propietarios de un automóvil, con los cual no se ven afectados por el tributo.
“Este es un impuesto a la tenencia de un activo, un impuesto directo al poder adquisitivo, donde, además, se paga más conforme el vehículo tenga un mayor valor, por lo cual, tiene todas las características propias de un impuesto progresivo”, destacó Villegas.
Agregó que el Gobierno impulsa poner en orden las finanzas públicas, mediante la contención del gasto y nuevas cargas impositivas.