El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Visa de mantener un monopolio sobre las redes de tarjetas de débito en ese país, lo que resultó en cargos adicionales por miles de millones de dólares para los estadounidenses.
Según esta demanda, presentada en una corte de Nueva York el 24 de setiembre, Visa mantiene ilegalmente un monopolio sobre los mercados de redes de débito, utilizando su dominio para frustrar el crecimiento de competidores y obstaculizar el desarrollo de alternativas innovadoras.
Visa ha estado involucrado recientemente en la discusión sobre la eliminación de los topes para las comisiones de los pagos con tarjeta que se cobran en Costa Rica, sobre todo para las transacciones transfronterizas.
Estas comisiones cuales están reguladas por el Banco Central de Costa Rica (BCCR). El ente emisor fue demandado en el Tribunal Contencioso Administrativo por la marca, que busca anular los reglamentos del Sistema de Pagos, que incluyen estas tasas.
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Pero ¿cuáles fueron las prácticas abusivas que incluyó la Justicia estadounidense en su demanda? La Nación explica todos los señalamientos que realizó este Departamento en relación con la compañía de procesamiento de pagos.
En primer lugar, la denuncia alega que la compañía mantiene “ilegalmente” su poder de monopolio, eliminando a la competencia por medio de la imposición de acuerdos de exclusividad a comerciantes y bancos que utilizan su sistema de débito.
Tales acuerdos penalizan a los clientes de Visa que dirigen transacciones a una red de débito diferente o sistema de pago alternativo. La demanda sostiene que Visa bloquea el volumen de débito, logrando así evitar la competencia y asfixiar a los competidores más pequeños.
Además, enfatiza que Visa busca neutralizar potenciales amenazas a su dominio del mercado por parte de empresas tecnológicas y startups, mediante el ofrecimiento de acuerdos de asociación con “generosos incentivos monetarios”, en lugar de permitirles competir directamente.
“Visa cooptó a la competencia porque temía perder su participación, sus ingresos o ser desplazada por otra red de débito por completo”, detalló el Departamento de Justicia en la demanda.
También acusaron a Visa de imponer mínimos de volumen a procesar. De esta manera, se castiga a negocios y bancos por usar a competidores, incluso cuando sus rivales ofrecen precios más bajos, sostiene la demanda.
De acuerdo con la querella, el valor de esos acuerdos es tal que, a menos que todo o casi todo el volumen de débito pase por las vías de pago de Visa, se pueden imponer grandes multas por deslealtad a todas las transacciones con la marca.
A través de estas tácticas, Visa mantiene una “enorme fosa” de protección alrededor de su negocio, lo cual le permite obtener grandes ganancias, agrega el texto. Esto se debe a que la compañía posee presencia a gran escala en ambos lados del débito, tanto a nivel de los comerciantes, bancos y consumidores.
El Departamento de Justicia consideró que la “conducta excluyente y anticompetitiva” de Visa socava la innovación en los pagos e impone enormes costos a los consumidores, los comerciantes y la economía de ese país.
El fiscal general estadounidense, Merrick B. Garland, declaró en un comunicado que la compañía ostenta el poder de cobrar cargos que exceden por mucho lo que podría tasarse bajo un mercado competitivo.
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“Los comerciantes y los bancos trasladan esos costos a los consumidores, ya sea con un aumento en los precios o reduciendo la calidad o el servicio”, manifestó el fiscal, quien dijo que la conducta afecta los precios de casi todo.
La Justicia estadounidense aseguró que las prácticas de la empresa no solo sofocaron a la competencia, sino que también representaron “miles de millones de dólares en tarifas adicionales impuestas a los consumidores y empresas”.
La asesora jurídica de Visa, Julie Rottenberg, calificó como “sin mérito” la acción legal en una declaración citada por diversos medios. Además, rechazó que la compañía ejerza un monopolio.
También añadió que el mercado de tarjetas de débito es un universo en constante expansión. “Cuando negocios y consumidores eligen Visa, es por nuestra red segura y confiable, (nuestra) gran protección contra fraudes, y el valor que ofrecemos”, agregó.
En 2020, el Departamento de Justicia presentó una demanda civil antimonopolio para impedir que Visa adquiriera Plaid, dedicada al desarrollo de opciones para pagos de débito en línea. Las empresas abandonaron su fusión prevista por $5.300 millones.
Las agencias antimonopolio también han examinado a los competidores de Visa. El año pasado, Mastercard llegó a un acuerdo con la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, relacionado con la obligación que ejercían sobre los comerciantes para que los pagos con tarjeta de débito se hicieran a través de su red, señaló el Financial Times.
Fuerte presencia
Visa es una empresa con una fuerte presencia en las redes de pago con tarjeta en todo el mundo. De acuerdo con sus estados financieros de 2023, a nivel global procesaron $12,3 billones en volumen durante el año anterior.
La compañía tuvo ganancias netas por $18.280 millones, con un crecimiento del 14% en relación con 2022. Además, registró un aumento en sus ingresos del 11%, cerrando el año en $32.653 millones.
América del Norte se encuentra entre las regiones más rentables de la compañía. Según el Departamento de Justicia, Visa genera cerca de $8.000 millones anuales en Estados Unidos por el uso de su red sobre el volumen procesado.