Furgones con carnes, mariscos, productos enlatados, licores y hasta alimento para perro fueron arrebatados a los empresarios por bandas de asaltantes que luego los distribuyen en el mercado negro.
Entre enero y el 10 de setiembre de este año los ladrones se han apoderado de 107 furgones o contenedores, dejando pérdidas por unos ¢3.300 millones al empresariado. Esto contempla no solo la mercancía sino también los equipos, puesto que en la mayoría de casos lo único que se recupera es el cabezal.
De los 107 contenedores sustraidos, 15 eran refrigerados y se utilizaban para transporte de carnes y langosta. Su costo, junto con el chasis, es de unos $50.000 cada uno. El resto eran contenedores corrientes y su valor promedio es de $18.000 la unidad.
La cifra también revela un incremento en esta práctica delictiva. En los primeros nueve meses del año se han reportado 16 casos más con respecto a los 91 registrados en todo el 2016.
La persistencia y crecimiento de estos delitos tiene en alerta a las cámaras empresariales que este 5 de octubre se reunirán para discutir debilidades en los procesos y posibles soluciones. Lo harán en el marco del el Segundo Congreso Seguridad de Mercancías en la Cadena Logística.
La actividad contará con expertos internacionales y autoridades de gobierno y se desarrollará en el Hotel Crowne Plaza Corobicí. El evento también dedicará un espacio para analizar el problema de la contaminación de mercancías con drogas y posibles soluciones.
Productos de fácil mercadeo
Las estadísticas judiciales también dejan ver cómo estos grupos han ido modificando la preferencia por la mercancía. Mientras en el pasado lo más apetecido eran los electromésticos, ahora se inclinan más por productos de fácil comercialización.
De 64 robos analizados por el OIJ, entre el 1 de enero del 2016 y el 10 de setiembre de este año, donde la mercadería fue identificada, casi una cuarta parte contenían carnes y mariscos. Le siguen los enlatados y otros productos alimenticios (22%), mientras que ocho (13%) guardaban café y cinco (8%) eran de línea blanca.
Ese cambio, según los empresarios obedece a que ahora hay más dificultad para colocar una pantalla, mientras para los otros productos abundan los topadores.
“Estas bandas cuentan con una gran logística y organización, de otra forma no se puede explicar que se roben un contenedor con langosta y al día siguiente no aparezca ni una”, declaró César Tapia, director ejecutivo de la Asociación Costarricense de Empresas de Seguridad (ACES), uno de los organizadores del Congreso.
Tapia también advirtió el riesgo para la salud que implica poner estas carnes o mariscos a la venta, pues son productos sensibles que deben permanecer refrigerados y con una manipulación adecuada.
Entre tanto, lo robos de café y detergentes son fundamentalmente cargamentos para exportación que no alcanzan a llegar ni a los puertos.
Mayores costos
“El aumento en los casos de robo de las mercancías que se importan y exportan, ocasiona pérdidas millonarias para las empresas. También eleva los costos por las medidas adicionales de seguridad y resguardo que se han debido tomar en el transporte. Y la otra consecuencia que tiene es el daño a la imagen del país, ya que además de alejar posibles inversionistas, se expone a que organizaciones internacionales nos califiquen en forma negativa”, dijo Eric Koberg, presidente de ACES.
Insistió en que el gobierno debe entender que no es solo un problema de algunos sectores, sino nacional, porque esa mercancía se inserta en la economía ilegalmente y no paga impuestos, causando perjuicio al fisco.
Otro gran mal que preocupa a los empresarios es el de la contaminación de mercadería, es decir, el transporte de droga oculta entre los productos.
En el foro también se discutirá sobre la importancia de contar con sistemas de escaneo de mercadería en los puertos para detectar en forma, no invasiva, sustancias ilícitas entre las mercancías.
“Tenemos que reconocer que la policía está haciendo un gran esfuerzo para enfrentar esto, pero persiste. Esto quiere decir que algo estamos haciendo mal” dijo Tapia, director ejecutivo de ACES.
Por esta razón, destacó la importancia de traer expertos de otros países que tienen experiencia en cómo afrontar estos delitos.
El más reciente golpe dado por la policía a estos grupos se registró este martes cuando el Organismo de Investigación Judicial detuvo a 15 miembros de una banda dedicada a asaltar tráileres y colocar la mercancía entre comerciantes chinos.
Esta organización se valía la información pública que divulga el TICA, un sistema digital que controla los cargamentos que ingresan a las aduanas del país. Se estima que en tres años dejó pérdidas por unos $25 millones a los empresarios.
LEA: Banda utilizaba plataforma digital de Aduanas para asaltar tráileres con mercadería
El congreso de este 5 de octubre es organizada por la por la Asociación Costarricense de Empresas de Seguridad (ACES), la Cámara Nacional de Transportistas de Carga (Canatrac), Cámara Nacional de Armadores y Agentes de Vapores (NAVE) y Cámara de Exportadores de Costa Rica Cadexco.