Después de varias décadas de distanciamiento, Costa Rica reanudó las relaciones diplomáticas con China en junio del 2007, dejando atrás los vínculos con Taiwán. En agosto del 2011, entró en vigor un tratado de libre comercio que, 12 años después, no ha generado los resultados previstos, según el Ministerio de Comercio Exterior (Comex).
Corría setiembre del 2022, cuando el jerarca Comex, Manuel Tovar, señalaba con entusiasmo que el país estaba decidido a buscar más oportunidades de acceso al mercado del país asiático y facilitar el comercio entre ambas naciones. En ese momento avaló la Exposición Internacional de Importaciones de China como la plataforma idónea para potenciar los productos.
Sin embargo, poco más de 12 meses después, las expectativas se han moderado. Recientemente, a inicios de noviembre, durante una entrevista en el espacio Diálogos sobre la Democracia, Tovar mencionó que las relaciones comerciales con China no han generado los resultados esperados.
En este contexto, La Nación consultó a Tovar sobre el rumbo de las relaciones económicas con China y el efecto del vínculo que se ha reforzado con Estados Unidos en torno a las inversiones en la industria de los semiconductores en el marco de la Ley de Chips y Ciencia o Chips Act.
- ¿Existe un cambio en las relaciones comerciales de Costa Rica con China? Usted recientemente señaló, durante una entrevista en Estados Unidos, que no se estaban cumpliendo las expectativas planteadas...
– Yo no diría que hay un cambio. China es la segunda economía global, la segunda economía más poderosa del planeta, es una economía con la cual hemos negociado un acuerdo de libre comercio ya hace unos años. No tenemos una posición de cambio. Lo que yo he dicho y lo sigo sosteniendo es que la relación comercial con China, sobre todo en materia de inversión, da para más.
”Cuando hablamos de relaciones económicas lo vemos desde dos perspectivas, el intercambio comercial de bienes y servicios, y la atracción de inversión extranjera directa (IED), sobre esto, el tipo de inversión que acogimos en Costa Rica proveniente del gigante asiático es escasa, básicamente se reduce a la participación de unas tres o cuatro empresas, algunas en el sector de dispositivos médicos y otras como la Corporación del Valle Metropolitano”.
– ¿Podría traducirlo en cantidad de empleos?
– En tema de empleos, la inversión china en el país genera 390 puestos y en términos nominales, el año pasado, recibimos $2,4 millones de inversión de China en comparación con los $2.500 millones que recibimos de Estados Unidos, generando 150.000 empleos directos, además de empleos indirectos que podrían totalizar un cuarto de millón.
”Hago la comparación, porque en términos de empleos la inversión china no ha sido de impacto, deseamos tener más inversión china pero si volvemos a ver el mapa y el tipo de países donde se ubica, la inversión en su mayoría es en países como Chile y Perú, donde ofrecen recursos naturales o commodities que son utilizados para sus procesos de industrialización y eso no se encuentra en Costa Rica, entonces es una inversión tímida”.
– ¿Están realizando acciones de atracción de inversiones?
– Nosotros hemos hecho llamados, este es un comportamiento que ha sido así, no desde ahora en este gobierno, ha sido la dinámica desde que se establecieron relaciones con China y desde que se negoció el acuerdo de inversión no hemos visto que ha dado números que nos hagan concluir que Costa Rica es un destino preferente o de interés para empresas chinas.
– ¿Qué pasa en el aspecto comercial?
– En materia de comercio, China es el cuarto socio comercial de Costa Rica. El principal socio comercial (exportaciones e importaciones) son los Estados Unidos, seguido de Centroamérica y la Unión Europea. Si hablamos a nivel de exportaciones hacia China, estás abarcan el 2,2% de nuestra oferta exportable al mundo y si hablamos de países es el undécimo destino. Obviamente, China es el segundo proveedor de insumos o bienes a Costa Rica, lo que también nos hace pensar que es una relación que da para más.
– ¿A qué se atribuye este comportamiento de las relaciones comerciales?
– Por un lado, está en el sector exportador y en el sector productivo costarricense, decidir a dónde quieren colocar y con quién quieren comerciar. Los acuerdos comerciales lo que hacen es pautar las reglas del juego, normalmente bajo esquemas preferenciales y procedimientos claros.
”China es un mercado, digámoslo así, con una burocracia interesante, diferente a la nuestra o a la de otros socios comerciales, hay temas de idiomas, de protocolos y procedimientos, que pueden resultar poco atractivos para algunos exportadores. Nuestra petición reciente a las autoridades chinas fue apelar a simplificar procesos que nos permitan con mayor claridad, determinar qué cumplir para exportar allá.
”Desde la Promotora de Comercio Exterior estamos colaborando con el sector productivo para explorar opciones de mercado en China, tenemos una oficina de promoción comercial en Shanghái. El Gobierno de la República designó recientemente a un embajador que ya está en funciones y esperamos que esto pueda ayudar a facilitar la comunicación con las autoridades”.
– ¿Entonces, es un hecho que el gobierno de Costa Rica continuará generando promoción de inversiones y exportaciones hacia China?
– Por supuesto, desde el punto de vista de comercio, nosotros hemos tenido contacto con las autoridades chinas para revisar algunos procedimientos que son bastante onerosos, que nos permitan, por ejemplo, autorizar más establecimientos productores y exportadores de carne de res, camarón y carne de cerdo para que más exportadores puedan acceder a este mercado.
”El 50% de la carne de res que exportamos al mundo va a China y hay todavía más margen para mejorar esta participación en este mercado y otros productos adicionales como carne de cerdo, camarón, melón y piña. No es un mercado fácil. Exportar y observar la burocracia de un socio comercial no es fácil pero con China existe un desafío y queremos que sea más expedito”.
– ¿Y con las inversiones?
– La estrategia de inversiones va enfocada a buscarla en diferentes regiones del mundo, no solo en Estados Unidos, el año pasado más del 80% llegó de este país y es una participación que no se va a reducir por razones obvias, porque tenemos cercanía, una relación histórica. Costa Rica se ha colocado como un mercado preferente para los estadounidenses, eso no va a cambiar, pero queremos diversificarlo. Estamos expandiendo nuestra huella en Medio Oriente, con los países del Golfo (Pérsico), estamos en espera con Israel por los ataques del grupo Hamás y la consecuente respuesta del estado israelí. Pero sí buscamos inversiones de nuevos orígenes y China, por supuesto, es uno de ellos.
– ¿Las relaciones con Estados Unidos no están condicionando el vínculo comercial con China?
– No, no, en lo absoluto. Somos un Estado soberano y determinamos abrir los mercados, así como hemos abierto el mercado chino y tenemos abierto el estadounidense, queremos abrir el mercado japonés, emiratí, Israel, el de Medio Oriente, ya luego entran, por supuesto, otras dinámicas, que son los intereses económicos de los exportadores, si a ellos les sirve más colocar en determinado país. El comercio no se debe medir por cómo está la balanza comercial, se puede ver que importamos mucho más a China de lo que exportamos, pero mucho de lo que importamos son insumos que utilizamos para darle valor agregado para luego exportar.
– ¿El acercamiento por medio de la Chips Act podría considerarse un impulsor de las inversiones estadounidense para contrarrestar a China?
– No. Para invertir acá tiene que haber interés de empresas extranjeras para observar a Costa Rica como un destino de inversión, es ahí donde vamos a trabajar más de cerca si podemos generar inversión extranjera de China; el caso es que no hemos encontrado un mayor interés de empresas chinas por el mercado costarricense. Queremos exponer el valor del país para otro tipo de actividades económicas, empresas que puedan ofrecer servicios de back office (de apoyo a la operación).