La agencia Moody’s degradó este jueves la calificación de riesgo de Costa Rica y mantuvo la perspectiva negativa lo que deja al país sumido en una capilla ardiente.
La baja en la calificación se fundamentó en el alto crecimiento de la deuda pública del Gobierno Central la cual finalizó el 2016 en casi el 50% del producto interno bruto (PIB).
Moody’s pasó la nota del país de Ba1 a Ba2 con perspectiva negativa, esto significa que los bonos de Costa Rica en el extranjero son catalogados como especulativos.
La calificadora estadounidense consideró que el país tiene cada vez menos flexibilidad fiscal y un perfil débil.
Aquellos emisores con calificación Ba demuestran una calidad crediticia inferior a la media de los emisores y se consideran de grado especulativos.
Gabriel Torres, analista senior de Moody’s, confirmó a La Nación que la calificadora no ve que se logre un acuerdo político para reducir el déficit fiscal.
“El principal problema es la situación en la cual se encuentra el país. Costa Rica tenía una deuda del 25% del PIB en el 2008 y empezó a subir. Desde entonces no ha dejado de subir todos los años”, dijo Torres.
La calificadora prevé que el pago de intereses signifique 19% de los ingresos del Gobierno en el 2017, lo cual considera negativo para el país.
“La baja en la calificación es sumamente preocupante. Lo hemos venido advirtiendo de manera insistente ante la falta de decisión de la Asamblea Legislativa”, dijo Fernando Rodríguez, ministro a.í. de Hacienda.
Rodríguez insistió en que el país se vuelve más riesgoso para los inversionistas y que esto puede traer ajustes en el tipo de cambio y en un aumento en las tasas de interés.
Dannel Huang, gerente Financiero de Banco Cathay, explicó que por la mayor deuda pública el Gobierno deberá asignar más dinero al pago de intereses y el sector privado enfrentará un alza en los costos del financiamiento.
Para Adriana Rodríguez, gerente senior de análisis de Scotiabank, la reducción en la calificación no se descartaba de parte del mercado, pues Moody’s lo advirtió hace dos años
El 19 enero anterior, Fitch Ratings bajó la nota del país por los grandes déficits fiscales y la falta de reformas legales para solucionar el problema de la deuda pública.
Fitch bajó la calificación del país desde BB+ negativa hasta BB con perspectiva estable. Esto significa que las emisiones de valores del país son de especulativas. Colaboró Patricia Leitón