Moody’s mejoró la calificación de riesgo crediticio de Costa Rica, este viernes 3 de noviembre, a raíz de la consolidación fiscal de las finanzas del Gobierno Central, el mayor crecimiento de la economía del país y el acceso al financiamiento, principalmente externo, en condiciones más óptimas.
La agencia estadounidense colocó la nota del país en B1, con perspectiva positiva, desde B2. Según la metodología de la agencia, la nueva calificación de riesgo significa que las emisiones de Costa Rica son clasificadas como menos especulativas, y que hay un menor riesgo crediticio al invertir en bonos del país.
Sobre la perspectiva positiva, la calificadora destacó que refleja la creciente probabilidad de una nueva mejora en el nivel actual de B1.
Con la información difundida este viernes, la calificadora se convirtió en la segunda en elevar la nota crediticia del país, en cuestión de una semana. El pasado 27 de octubre, S&P Global Ratings también aumentó la nota soberana, prácticamente con los mismos argumentos.
Moody’s es la única agencia que ha otorgado grado de inversión en la historia de Costa Rica cuando le asignó la nota Baa3. Fue en setiembre del 2010 cuando se dio la mejora. Sin embargo, cuatro años después, el país perdió dicho estatus por la incapacidad de alcanzar un acuerdo para aprobar la reforma fiscal con miras a reducir el déficit y la deuda del Gobierno.
Fue hasta diciembre del 2018 cuando en la Asamblea Legislativa se aprobó la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. Esta normativa es la responsable del proceso de consolidación en las finanzas públicas, por la creación de la regla fiscal, que contiene los egresos; la creación del impuesto sobre el valor agregado (IVA), para gravar los servicios; y la reforma al impuesto sobre la renta.
Juan Pablo Arias, analista económico de la Bolsa Nacional de Valores, destacó que la decisión de Moody’s reconoce que Costa Rica es menos riesgosa hoy de lo que era antes en término de inversiones.
Sin embargo, este especialista recordó que en los mercados internacionales ya se descontó esta recuperación desde varios meses atrás, por medio de los precios de los eurobonos y la prima de riesgo que paga el país comparada con las emisiones del Tesoro de los Estados Unidos.
Aspectos positivos
En el comunicado remitido este viernes a inversionistas, Moody’s explicó que el perfil crediticio se fortaleció debido a un proceso sustancial y sostenido de mejora en las finanzas públicas. Por ejemplo, se recalcó que el país logró aumentar su liquidez lo cual reduce las presiones de financiamiento.
Además, los superávits primarios (ingresos menos gastos, sin tomar en cuenta el pago de intereses) garantizan una disminución sostenida en la deuda gubernamental como porcentaje del producto interno bruto (PIB).
“Las presiones en las finanzas públicas se aliviaron significativamente como resultado de sólidos resultados fiscales que frenan las necesidades de financiamiento del Gobierno”, destacó Moody’s, en su informe.
Las medidas adoptadas por el país, en el marco de los financiamientos obtenidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ayudan a desarrollar historial de credibilidad de la política fiscal, apuntó la agencia.
De hecho, la misión técnica del Fondo acordó girar $756 millones al país tras finalizar su visita al país, el 27 de octubre anterior. Se trata del quinto giro por $271 millones del Servicio Ampliado del FMI (SAF), aprobado en marzo del 2021, y el segundo desembolso por $485 millones del Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad, autorizado en noviembre del 2022.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, destacó que la calificación de Moody’s y la de S&P Global Ratings brindan un escenario idóneo para la colocación de eurobonos por $1.500 millones en el mercado internacional.
El jerarca reconoció a La Nación que, este mes de noviembre, se efectuará la nueva emisión de deuda externa, pues el Gobierno tiene requerimiento de ”muchos dólares” para pagar vencimientos por $2.700 millones en el 2024.
Adicionalmente, la agencia consideró que Costa Rica registra un fuerte repunte de su actividad económica lo cual dio como resultado un repunte en la recaudación tributaria. Tal escenario ocurrió pese a los efectos adversos provocados del ciberataque a los sistemas de recaudación del Ministerio de Hacienda.