La calificadora de riesgo Moody’s advirtió de que la respuesta política para enfrentar el efecto económico generado por el nuevo coronavirus, tendrá un impacto negativo en las finanzas del Gobierno de Costa Rica
La agencia reconoció que las leyes aprobadas, junto con las propuestas hechas por el Poder Ejecutivo, buscan mitigar las adversidades en el país; pero presionarán negativamente el perfil fiscal soberano.
Moody’s brindó su comentario, el pasado viernes 20 de marzo, en el que hizo un resumen de las principales acciones temporales que fueron propuestas, como la moratoria de tres meses del pago de impuestos, reducción de las cargas sociales, y suspensión del pago de créditos a las empresas más golpeadas por el coronavirus.
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“Aunque no hay estimaciones oficiales del tamaño del estímulo fiscal, se produce mientras el perfil crediticio del soberano ya está bajo una presión significativa”, destacó la calificadora estadounidense.
El Gobierno propuso un plan de estímulo de ¢1 billón para atender los efectos negativos del coronavirus. Dicho programa incluye medidas como el crédito por $500 millones del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
La previsión de Moody’s es que los ingresos tributarios del Gobierno sean menores a los previstos inicialmente para el 2020.
“Esperamos que el déficit fiscal de Costa Rica sea más alto que nuestro pronóstico de febrero del 6% del PIB (producto interno bruto), con una deuda del gobierno de más del 63% del PIB para fin de año”, destacó la agencia en su comunicado.
Para ejemplificar la situación del impacto económico el coronavirus, la calificadora resaltó que el cierre de las fronteras para el ingreso de turistas, hasta el próximo 12 de abril, implicará un golpe fuerte a la actividad turística.
Este sector representa casi el 13% del empleo del país, un 13% del PIB y alrededor del 4% de la inversión total.
“El Instituto Costarricense de Turismo espera una reducción significativa en la actividad turística durante los próximos tres meses, pero cree que es demasiado pronto para establecer la magnitud del efecto”, destacó Moody’s.
La calificadora destacó que, en febrero pasado, el Gobierno proyecto un ahorro fiscal de 1,6 puntos porcentuales (p.p.) del PIB generado por el impuesto sobre el valor agregado (IVA) el tributo de renta y otros impuestos.
Sin embargo, ante la nueva situación económica por la crisis de la pandemia, Moody’s tiene previsto un recorte en dicho ahorro de un punto porcentual.
Costa Rica está en medio de un programa de consolidación fiscal para reducir su carga de la deuda, que se duplicó con creces al 58% del PIB en 2019, desde el 24% en 2008, destacó la entidad.
Sin embargo, previó que las medidas fiscales correctivas requieran de esfuerzos mayores, como limitar el gasto corriente.
Para realizar ahorros adicionales, destacó Moody’s, sería necesario bajar el gasto salarial y las transferencias sociales, lo cual considera difícil en la actual situación generada por el covid-19 y por la oposición pública.
El pasado 10 de febrero, Moody’s redujo la calificación de riesgo de Costa Rica al pasar de B1 negativa, a B2 estable, es decir un escalón más abajo.