Moody’s prevé que Costa Rica pague a tiempo el vencimiento del eurobono por $1.000 millones, el próximo 26 de enero del 2023. La calificadora estadounidense considera que el país cumplirá a tiempo y en firme la cancelación del dinero a los inversionistas para lo cual usará ingresos corrientes de recaudación tributaria; y préstamos de distintas organizaciones bilaterales y multilaterales.
Para la agencia, el riesgo es que los créditos externos requieren de la aprobación de la Asamblea Legislativa. Si la autorización se retrasa, el Gobierno se vería obligado a recurrir a la financiación nacional o tendría que recortar el gasto para cumplir con sus compromisos, informó Moody’s, en un comunicado, difundido este lunes 14 de noviembre.
La calificadora dio por un hecho que el Ministerio de Hacienda no podrá refinanciar en el extranjero la emisión de eurobonos porque los diputados no han dado la autorización de endeudamiento internacional por $6.000 millones. “La aprobación de la Asamblea Legislativa no llegará a tiempo para permitir que el soberano emita deuda transfronteriza antes de la fecha límite de enero”, sostuvo la agencia.
Moody’s destacó que el Gobierno tiene actualmente casi $500 millones en depósitos en el Banco Central de Costa Rica (BCCR). Hasta el pasado 15 de octubre, el saldo era de $459,5 millones, según la información publicada por Hacienda.
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Para completar el faltante, se destaca en el comunicado, el dinero vendría de desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) por $264 millones; el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por $300 millones; y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), por $100 millones.
La expectativa de Hacienda es que los préstamos del BID y la AFD sean aprobados, para el pago del eurobono, antes de fin de año, según la calificadora. En caso de que no se cumpla dicha previsión, los recursos tendrían que captarse en el mercado local, de fondos de pensiones y banca pública, consideró Moody’s, con tal de cumplir con la fecha de pago.
Este escenario de mayor estrés, pero de baja probabilidad, no se puede descartar, apuntó la agencia.
Costa Rica actualmente tiene una calificación de riesgo de B2 con Moody’s. En diciembre del 2021, la calificadora mejoró la perspectiva de la calificación de riesgo al pasarla de “negativa” a nivel “estable”, a raíz de una reducción del déficit fiscal del Gobierno Central y la recuperación de la economía del país.
Una perspectiva de calificación es una opinión respecto a la dirección probable de la calificación de un emisor en el mediano plazo. En tanto que la nota B2 se otorga a los países sujetos a un riesgo crediticio alto por condiciones económicas.
En setiembre del 2010, Moody’s otorgó a Costa Rica grado de inversión al asignarle la nota Baa3 desde Ba1. Sin embargo, en setiembre del 2014, el país fue degrado por el incremento acelerado del endeudamiento y su incapacidad para aprobar, en ese momento, una reforma fiscal.