Grecia atraviesa una etapa de actividad económica significativa, reflejada en el crecimiento del producto interno bruto (PIB) del cantón, la llegada de nuevas empresas y el auge de la construcción para uso industrial y habitacional. Sin embargo, esta situación impone presión y plantea desafíos sobre los servicios públicos, reconocen miembros del gobierno local.
El alcalde y los vicealcaldes señalaron que, aunque el desarrollo brinda oportunidades, el municipio debe redoblar esfuerzos para atender la creciente demanda en áreas como infraestructura, servicios municipales y permisos de construcción.
En entrevista con La Nación, Donald Quesada, alcalde, junto con Alba Quesada, primera vicealcaldesa, y Anthony Murillo, segundo vicealcalde, abordaron varios de los desafíos que enfrentan tras ocupar sus puestos en mayo pasado, y comentaron algunos planes para anticipar la mayor demanda que proyectan.
La institución estima que para el 2035 el cantón podría recibir hasta 45.000 personas adicionales a los 76.226 actuales, según la Estimación de Población y Vivienda 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). El cálculo de la institución se basa en las proyecciones de empleo de las zonas francas. Aunque parte de esta población será residente, otro porcentaje ingresará solo para trabajar.
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Según el informe del Índice de Competitividad Cantonal, la Contraloría General de la República califica la gestión municipal de Grecia como “básica”. Mariola Sánchez, directora de mercadeo de CODE Development Group, desarrolladora de la zona franca Evolution, opinó que el crecimiento implicará retos para el gobierno local.
La vicealcaldesa explicó que los recursos provendrán principalmente del impuesto municipal sobre bienes inmuebles. Sin embargo, no descartan la posibilidad de recurrir a endeudamientos o alianzas con el sector público y privado.
Infraestructura vial
Tanto el alcalde como la vicealcaldesa coincidieron en que el principal reto del cantón radica en su infraestructura vial. “Estamos rezagados porque son las mismas carreteras de hace 30 años", comentó Donald Quesada.
El alcalde destacó la urgencia de agilizar la ampliación de la Ruta 1 entre San José y San Ramón. Además, informó de que en las próximas semanas, se iniciará la intervención de la ruta Fanal-Rincón de Salas, en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). Esta nueva carretera, de aproximadamente dos kilómetros, ya tiene los contratos firmados.
El vicealcalde Anthony Murillo informó de que registraron un aumento en las solicitudes de permisos de construcción. En todo 2023, aprobaron 1.617 autorizaciones y, entre enero y octubre de este año, ya se han tramitado 1.300, con la expectativa de superar la cifra del año anterior. Este incremento ejerce presión sobre los departamentos Uso de Suelo, Plataforma de Atención y Cobro de Impuestos.
El alcalde detalló que invierten en la unificación y digitalización de sus sistemas de inspección y servicios, con el objetivo de aumentar la productividad y reducir los tiempos de atención.
Además, se planea implementar un reglamento de permisos de construcción dentro de tres años, con el fin de agilizar los procesos y reducir los tiempos de espera para la resolución de solicitudes.
Servicios al público
En cuanto a la demanda de agua a mediano y largo plazo, la municipalidad no prevé un impacto significativo, dado que cuenta con nacientes propias gestionadas por los cantones de Occidente.
Aún así, Murillo propuso la creación de una tarifa hídrica para que los abonados del acueducto municipal paguen un aporte adicional por la cantidad de litros consumidos, con un costo aproximado de ¢32 por metro cúbico.
El objetivo, según explicó, es destinar esos recursos a la compra de tierras altas del cantón, donde se encuentran las zonas de retención y captación de agua, para preservar el recurso hídrico a largo plazo.
Los jerarcas también señalaron la necesidad de mejorar la atención al público en sus plataformas, a medida que la demanda de servicios crece.
Alba Quesada indicó que el reto incluye modificar aspectos administrativos. “Hoy apenas podemos cubrir con los inspectores que tenemos, pero a medida que el cantón crezca, necesitaremos más personal. Esto no lo podemos hacer de inmediato por limitaciones administrativas", añadió.
Los funcionarios plantearon que, a medida que crezca la recaudación de impuestos municipales, se buscará construir un edificio más grande que responda a las necesidades de la creciente población.