Un estudio de la Academia de Centroamérica realizado por los investigadores Ronulfo Jiménez y Andrés Fernández, muestra que la pobreza bajó en el país en el periodo entre 1994 y el 2017 y no que se había mantenido estancada como se había creído hasta ahora.
Después de la crisis económica de los años 80, y si se juntan los datos oficiales, la pobreza, medida por línea de ingreso, se logró bajar de 29% de los hogares, en 1987, a 20%, en 1994, pero después de ahí se creía que se había estancado en ese valor.
No obstante, el estudio, cuyos resultados fueron presentados este jueves 25 de octubre, explica que en ese periodo el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) aplicó cambios en dos indicadores que son muy importantes en la medición de la pobreza: la medición de los ingresos y la canasta básica alimentaria.
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La medición por línea de ingreso es uno de los más usados. Mediante este método se compara el ingreso de los hogares con un monto que cubre el costo de la canasta básica alimentaria (que incluye una cantidad básica de calorías con base en lo que consumen los habitantes del país), más otras necesidades de primer orden.
Si el ingreso del hogar no cubre el costo de la básica alimentaria se considera en extrema pobreza, y si cubre este costo, pero no otras necesidades básicas, entonces se califica como pobre.
Como el INEC realizó cambios en los ingresos y en la canasta básica alimentaria, los autores consideran un error juntar las mediciones para ver la tendencia a largo plazo.
Los autores construyeron ocho series de medición de la pobreza a partir de la serie oficial, pero usando criterios para mantener mediciones homogéneas durante el tiempo.
“Con las 8 series de incidencia de pobreza se llega a la conclusión de que sí hay una tendencia a la reducción de la pobreza en el período 1994-2017, por lo tanto, se concluye que la afirmación de que la incidencia de la pobreza ha estado estancada en un 20% de los hogares no es correcta”, señala el documento.
Según dicha serie, en el periodo 1994-2017 hay dos subperiodos, uno que va del 1994 al 2006 en el cual hay una tendencia a la estabilidad o estancamiento de la incidencia de la pobreza y otro que va del 2007 al 2017 en el cual hay una tendencia a la reducción de la pobreza.
Con los otros métodos de medición de pobreza (necesidades básicas insatisfechas y el índice de pobreza multidimensional) también se encontró una reducción.
La conclusión da una noticia positiva al país, pues pareciera indicar que los esfuerzos que se han realizado para que la producción crezca y así mejorar los ingresos de los hogares pobres, y lo que ha invertido en programas sociales y en mejorar su focalización, así como por mantener una inflación baja y estable, puedan generar fruto.
Jiménez explicó que cuando la producción ha tenido crecimientos de 5% se notan mejoras en pobreza y que los subsidios, como avancemos y el régimen no contributivo tienen un impacto importante, tanto lo que se gasta como los esfuerzos por focalizarlos.
Pese a lo anterior, esto tampoco significa que el país no tenga un problema de pobreza, pues sigue afectando a cerca de la quinta parte de hogares del país.
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¿Qué dicen el INEC y Estado de la Nación?
Floribel Méndez, gerenta del INEC, comentó que el estudio permite tener una visión más clara sobre la evolución de la pobreza en el país.
“Para mí este estudio de la Academia de la evolución en los últimos 30 años (de la pobreza) da un aporte de ir un poquito más allá de tener los datos oficiales y tener una serie comparable, hasta donde se puede, para poder tener una visión, tal vez un poco más clara, de qué es lo que ha acontecido con ese fenómeno y poder entrar a analizar ciertos aspectos en estos años que pueden haber incidido en la pobreza, y que son importantes de analizar para ver qué podemos hacer para seguir en ese camino”, comentó Méndez.
Natalia Morales, investigadora del Programa Estado de la Nación, señaló que el estudio muestra que Costa Rica efectivamente ha tenido un periodo de disminución en la pobreza, principalmente en los años 90 y principios de este siglo, pero que actualmente sigue estando cerca de ese 20% de hogares pobres.
“Yo creo que el estudio hace un esfuerzo importante por tratar de quitar los efectos que tienen los cambios metodológicos en la medición de la pobreza en el largo plazo, y trata de entender cómo ha evolucionado en los últimos 30 años", dijo Morales.
"De cierta forma los resultados nos vienen a desmitificar el tema de que la pobreza ha estado estancada en todo ese periodo, y más bien nos dice que el efecto que puede tener el cambio metodológico sobre este tipo de mediciones es importante”, añadió esta investigadora.