OCDE advierte sobre ‘distorsiones’ por impuestos en ingresos de capital y rentas salariales
Los ingresos de capital tienen tasas impositivas menores en comparación al gravamen a las rentas salariales de los trabajadores en mayoría de países, revela informe
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PorEuropa Preess
Madrid. Los ingresos de capitales cuentan con un tipo impositivo real (ETR, por sus siglas en inglés) inferior al que grava las rentas salariales de los trabajadores en la mayor parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lo que podría tener impactos “considerables” sobre la proporcionalidad del sistema tributario o el exilio fiscal.
Así lo reveló un informe del organismo publicado este lunes, “los ingresos por dividendos y las ganancias de capitales generalmente cuentan con una ETR inferior que los ingresos salariales a nivel individual”, lo que beneficia a las personas con altos ingresos y genera “distorsiones”.
La OCDE ha definido las rentas de capital como aquellas derivadas de la venta activos o inversiones como las realizadas en la bolsa o en el sector inmobiliario. Por el contrario, las salariales proceden de los sueldos percibidos por trabajos realizados.
“El tratamiento fiscal diferenciado entre los ingresos de capitales y del trabajo afectan a la eficiencia y equidad de los sistemas tributarios”, resumió la OCDE, pues puede ocurrir que dos ciudadanos, a pesar de percibir los mismos ingresos, deban pagar en impuestos diferentes cantidades debido a la distinta procedencia de los mismos.
Los ingresos de capital tienden a concentrarse en los hogares más pudientes, por lo que este tipo de contribuyentes se benefician de forma “desproporcionada” del trato preferencial a los ingresos de capital, lo que “reduce” la justicia fiscal a nivel vertical.
La organización con sede en París aseguró que, de los 38 países miembros, solo en España y Colombia los ingresos de capitales tributan a nivel individual más que los originados por el trabajo per se. Por el contrario, las rentas de capitales de largo plazo están totalmente exentas en Turquía, Luxemburgo y Bélgica.
En la mayor parte de las naciones analizadas, no se aprecia un tratamiento impositivo que distinga de forma sustancial entre ambas clases de ingresos, aunque en once, como Australia, Colombia, Luxemburgo, Israel, Francia, Suiza o Estados Unidos, los ingresos de capitales de largo plazo se gravan de forma más favorable que los equivalentes a corto plazo, según señala el documento.
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