La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) consideró insuficiente la reforma fiscal propuesta por el Gobierno, pues eleva la recaudación en dos puntos del producto interno bruto (PIB) y se requieren al menos tres puntos.
Esa advertencia fue lanzada ayer por el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, quien también dejó claros otros retos que tiene Costa Rica.
Uno de ellos es que los beneficios del crecimiento se transfieran a una mayor cantidad de costarricenses, y otro, el logro de una mayor eficiencia en las políticas sociales, dentro de lo que es fundamental la educación. También apuntó entre los problemas la baja productividad de las empresas locales, que se dedican a actividades de poco valor agregado.
Los señalamientos de la organización se dieron al presentar ayer el informe del estudio preliminar de las políticas económicas de Costa Rica. Este es parte del proceso de adhesión a esa organización, para lo cual se realizan exámenes de políticas en 22 comités de diferente índole.
Cada uno de los comités debe aprobar el avance del país hacia normas de excelencia, como parte del proceso para autorizar la adhesión al grupo de 34 países.
Peso de la deuda. El informe del estudio preliminar indica cómo la deuda pública ha crecido rápidamente, desde un 28% del PIB en el 2009 hasta más del 40% del PIB en el 2015.
Así, el presupuesto costarricense tiene un 14% destinado al servicio de a deuda. A eso se agrega otro 60% con compromiso ineludible, por lo cual queda apenas un 17% para gastos destinados con discrecionalidad.
Según Gurría, se requiere al menos 3% del PIB en una reforma fiscal para tener el equilibrio. Dijo que puede ser posible lograr el punto adicional del PIB, con respecto a la reforma propuesta, mediante el control del gasto.
En el tema de la educación, la OCDE pide no solo destinar recursos como lo ha hecho Costa Rica, sino evaluar la calidad y los resultados.