Bogotá y San José
El Consejo de Gabinete de Panamá aprobó, la semana pasada, aumentar aranceles de importación a artículos tales como café, tableros de madera, papel toalla, perfiles de aluminio y ciertos alambres y cables provenientes de países con quienes no tenga en este momento tratados comerciales vigentes.
Aunque el gobierno panameño no indicó directamente que esta medida sea en contra de Colombia, país con el cual se se entabló un diferendo ante la organización Mundial del Comercio (OMC), todos estos productos son importados desde esta nación con la cual Panamá no tiene tratado de libre comercio (TLC).
La medida comenzará a regir el 15 de marzo de 2017 y se suma al decreto que aumentó, de manera temporal, el arancel nacional de importación en productos como flores, carbón mineral, cemento sin pulverizar y prendas de vestir desde el pasado 15 de febrero.
Por medio de un comunicado de prensa, el ministro de Comercio e Industrias, Augusto Arosemena, destacó que Panamá continúa revisando su política arancelaria para hacer los ajustes necesarios.
“La política arancelaria debe funcionar como una herramienta que proteja los intereses esenciales de nuestro país para mantener un equilibrio y fortalecer los intercambios con los países con los que tenemos acuerdos comerciales que hemos suscrito. De manera que la liberalización comercial pueda beneficiarnos mutuamente”, señaló Arosemena.
Las medidas no aplicarán a mercancías originarias o provenientes de países con los cuales haya TLC y aquellas de menor desarrollo relativo.
Pulso comercial
Panamá y Colombia se encuentran actualmente en una disputa comercial que comenzó en 2012, debido al cobro de aranceles a productos panameños por parte de Colombia, tales como confecciones y calzado, principalmente por importaciones desde la Zona Libre de Colón.
Panamá llevó el caso ante la OMC, donde un panel emitió, en junio pasado, una resolución definitiva que resultó favorable al país demandante.
Sobre el cumplimiento de esta resolución, el gobierno colombiano manifestó que ya se ejecutó, tras suspender, en noviembre, el arancel mixto.
Sin embargo, en su lugar, endureció los controles aduaneros, lo que de todas maneras dificulta las importaciones desde Colón y, por ello, Panamá mantiene sus preocupaciones.