Los jubilados por vejez en el fondo de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) se triplicarán, en los próximos 25 años, y tendrá como efecto un mayor estrés en las finanzas del principal régimen de retiro de Costa Rica.
Para este año, la previsión es que se cierre con 215.201 personas que accedieron al beneficio tras haber cumplido los 65 años, en el caso de los hombres, y los 63 años para las mujeres. Sin embargo, para el 2049, la proyección es que suba a 636.333, según la Valuación Actuarial del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), al 31 de diciembre de 2022, aprobada este jueves por la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Al añadir los beneficiarios por invalidez y muerte, el total de jubilados del régimen serán 370.551 personas en 2024. Mientras que, 25 años después serán 906.882.
El aumento en los nuevos jubilados por vejez implica que pasarán de representar el 58% del total de beneficiarios del IVM este año, a un 70% un cuarto de siglo después. Los pensionados por muerte e invalidez constituirán el 30% restante.
“Se puede observar la evolución de la cantidad de pensiones por riesgo, donde destaca que las pensiones por vejez es el rubro más significativo, asimismo el siguiente riesgo con mayor cantidad de pensiones es el de muerte que abarca pensiones a cónyuges, huérfanos, hermanos y padres; en tercer lugar el riesgo de invalidez tiene una tendencia bastante estable”, se explica en la valuación actuarial.
El hecho de que más personas accedan al retiro, una vez finalizada su vida laboral, es la razón más relevante de que el sistema tenga un déficit actuarial de ¢74,2 billones, según el estudio.
Esta situación ocurre a pesar de que la reciente reforma a las reglas de retiro, vigente desde enero pasado, desacelera levemente la tasa de crecimiento. El cambio eliminó el adelanto de pensión para los hombres, quienes ahora solo pueden retirarse a los 65 años. Mientras que, en las mujeres, la edad pasó de 60 a 63 años.
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Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja, explicó que la mezcla entre el rápido proceso de envejecimiento de la población, aunado a la reducción de la natalidad, tiene como efecto una baja en el incremento en la afiliación de cotizantes y su eventual desequilibrio futuro.
El jerarca añadió que, a raíz del estrés futuro, es necesario comenzar el proceso de discusión país para afrontar los posibles cambios en el régimen de pensiones.
Presión demográfica
El estudio muestra que el indicador de razón de soporte, es decir la cantidad de afiliados por cada pensionado, actualmente es de cinco cotizantes por cada jubilado. Pero en las próximas décadas se irá reduciendo hasta ser de 1,5 afiliados por pensionado para el 2070.
“La desaceleración y eventual reducción de la población económicamente activa en Costa Rica afectará directamente la afiliación al régimen”, se explica en el informe.
Carolina González Gaitán, directora de la Dirección Actuarial de la Caja, dijo durante la presentación del estudio a la Directiva, que la baja en la cantidad de afiliados es un motivo de alerta.
“Por el proceso de envejecimiento de la población este indicador (razón de soporte) va descendiendo. Debe alertar porque la principal fuente de ingresos del seguro son las cotizaciones y se deberá de hacer frente a más pensionados, lo cual se traduce a un mayor aumento del gasto”, enfatizó la funcionaria.
A nivel financiero, González comentó que los cambios recientes darán un respiro momentáneo al sistema porque se prevé que se dejen utilizar las ganancias de las inversiones de la reserva por un periodo de 17 años. Pero advirtió que tal proyección es previendo que el Gobierno haga el aporte estatal de forma completa.
“A partir del 2041, el uso de los intereses ya no son suficientes, aunado a los ingresos por cotizaciones, para hacer frente a todas las obligaciones del seguro, debido al proceso de envejecimiento de la población”, recalcó la directora Actuarial.
El momento crítico en que la reserva se agotará se estima sería en el 2047, según el estudio de la CCSS.
Para revertir tal escenario, el estudio planteó la necesidad de elevar la cotización obrero-patronal y estatal del 11,16% actual al 13,66%, en el 2038. También que los jubilados asuman el pago del Seguro de Salud para recibir atención médica, pues actualmente lo subsidia el fondo.
Además eliminar el anticipo de pensión a las mujeres para que se retiren a los 65 años, igual que en el caso de los hombres.