El país podría bajar la pobreza a la mitad (de 20% a 10%), si lograra que quienes trabajan actualmente tuvieran, como mínimo, el bachillerato de colegio.
Actualmente, seis de cada 10 ocupados no tienen ese título.
El dato proviene de un ejercicio realizado por el Programa Estado de la Nación en su vigésimo informe, divulgado el martes. Los investigadores crearon cuatro escenarios.
En el primero se preguntaron qué sucedería con la pobreza si las personas desempleadas, actualmente, recibieran el ingreso si tuvieran trabajo.
En este escenario, la pobreza del 2013 disminuiría de 20,7% a 16,5%.
El segundo ilustra qué pasaría si todos los trabajadores con menor educación secundaria completa, obtuvieran el ingreso promedio de alguien que sí concluyó ese nivel.
En tal situación, la pobreza bajaría a la mitad (del 20% al 10%), lo que significa una reducción de 145.000 hogares en esta situación, según datos del 2013.
En los escenarios tercero y cuarto, se supone que quienes tienen secundaria incompleta la concluirían.
Natalia Morales, investigadora del Estado de la Nación, explicó que en los escenarios segundo, tercero y cuarto, la simulación consistió en asignarles el ingreso promedio de secundaria completa solo a las personas que ya perciben ingresos; es decir, solamente a las que tienen trabajo.
“Esto para evitar los sesgos que pueda generar el imputarles ingresos a personas que no pueden trabajar por diversas razones”, detalló Morales.
Fruto de la crisis de los 80. El informe dice que la crisis vivida en el país en los años ochenta dejó como secuela a generaciones de trabajadores sin concluir el colegio.
“Estos resultados muestran que los errores cometidos en la década de los 80, al reducir la inversión en educación y, por ende, las coberturas educativas, especialmente en secundaria, aún repercuten en el bienestar de la población”, señala el documento.
Añade que buena parte de las personas más afectadas, en aquel momento, son las que actualmente viven en la pobreza y tienen dificultades para encontrar un empleo de calidad, debido a su baja calificación.
Morales comentó que este es uno de los principales retos que tiene el país. “Es en el mercado de trabajo donde se juega la lucha contra la desigualdad y la pobreza”, manifestó.
Detalló que el Gobierno tiene programas específicos para atender a las familias pobres, pero el objetivo final debe ser darle oportunidades de empleo de calidad a toda la población.
Esto se aterriza, agregó, en la Estrategia de Empleo y Desarrollo Productivo que presentó el Poder Ejecutivo.
Añadió que la actual administración estableció el Consejo de Competitividad, donde se trata el tema, y la próxima semana anunciarán alianzas con sectores productivos.
No fue posible tener ayer una opinión del Ministerio de Educación sobre la escolaridad.