Pedro Sánchez no logra capitalizar el buen desempeño económico de su gobierno, según los sondeos. La oposición de derechas prefiere enfocarse en otros asuntos, evitando los datos macroeconómicos que benefician a la izquierda en estos momentos. La “paradoja” española cuestiona la famosa frase de Bill Clinton en 1992: “es la economía, estúpido”.
La frase fue acuñada en 1992 por el entonces candidato demócrata y futuro presidente estadounidense Bill Clinton, para resaltar la importancia de la economía en una campaña. Sin embargo, esta máxima parece no tener eco en España, donde el presidente socialista Pedro Sánchez no consigue aprovechar los buenos indicadores económicos.
LEA MÁS: España asume la presidencia de la Unión Europea en medio de elecciones cruciales
A diferencia de otros países europeos, España está experimentando buenas noticias en términos de indicadores macroeconómicos: un crecimiento sólido, empleo dinámico e inflación controlada. A pesar del duro golpe sufrido por la pandemia de COVID-19, debido a la dependencia del turismo, el Producto Interno Bruto (PIB) español experimentó una caída récord del 11,3% en 2020. Sin embargo, recuperó terreno con un crecimiento del 5,5% en 2021 y 2022, y se prevé un 2,3% para 2023 según el Banco de España.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, destacó recientemente que “España está sorteando mejor que el resto de Europa el complejo escenario internacional”, atribuyendo esta tendencia a las reformas implementadas durante los últimos cinco años por el gobierno de izquierda.
Sin embargo, esta situación económica no está siendo un tema central en la campaña, en parte debido a la “estrategia inteligente del PP (Partido Popular) de Núñez Feijóo, que se centra en otros temas importantes para evitar hablar de la gestión del gobierno”, según explica Joan Botella, catedrático de ciencia política de la Universidad Autónoma de Barcelona, en una entrevista con esta agencia.
Por otro lado, el candidato conservador cometió varios errores e inexactitudes en el ámbito económico desde el inicio de la campaña. Algunos analistas señalan esta debilidad del candidato que quizás la izquierda no sabe aprovechar.
Además, existe una explicación palpable para los ciudadanos en su vida cotidiana. “Lo que funciona bien son las grandes magnitudes macroeconómicas (desempleo, inflación, crecimiento); en cambio, la microeconomía, lo que les sucede específicamente a los ciudadanos, no está yendo tan bien: enfrentan el aumento de precios (...). Los beneficios económicos a nivel macro no les han llegado a los ciudadanos”, afirma Botella a esta agencia.
Aunque la inflación general disminuyó, los precios de los alimentos aumentaron más del 10% en un año. Lo mismo ocurre con la vivienda, con un incremento en los alquileres y en las tasas de interés de las hipotecas, especialmente en un país donde la mayoría de estas se calculan a tasa variable.
Es cierto que desde 2018, el gobierno de Sánchez aumentó el salario mínimo, que antes se encontraba entre los más bajos de la Unión Europea (UE), en más de un 50%. Además, se incrementaron las ayudas para mejorar el poder adquisitivo de las personas, con un total de €47.000 millones, y se estableció un límite en los precios de la electricidad. Estas medidas contribuyeron a reducir la inflación al 1,9% en junio, desde el pico del 10,8% alcanzado el verano pasado, mientras que en la zona euro se sitúa en un 5,5%.