José Álvaro Jenkins, presidente de Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), criticó al Banco Central de Costa Rica (BCCR) porque para frenar la inflación “se le fue la mano” con las tasas de interés y el tipo de cambio.
Para el vocero empresarial, las consecuencias de las decisiones del ente emisor tienen repercusiones negativas en el sector productivo y no solo al vinculado con exportaciones, sino también en las compañías del régimen definitivo que representan el 85% de la producción nacional.
En la argumentación dada por Jenkins, la decisión de la Junta Directiva de elevar la tasa de política monetaria (TPM) tiene un efecto adverso en las finanzas de las empresas con deudas en colones y favorece el ingreso de dólares en busca de mejores rendimientos.
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El BCCR elevó su TPM del 0,75% al 9% para frenar las presiones inflacionarias. El pasado 15 de marzo, la entidad la bajó medio punto porcentual y la dejó en 8,50%, después de que el índice de precios al consumidor (IPC) cerró en el 5,58%, en febrero pasado, desde un máximo de 12,13% en agosto del 2022, un nivel que no se observaba desde hacia 13 años.
“Al Banco Central se le fue la mano. Hoy tenemos una inflación menor que la de Estados Unidos que está en el 6% y nosotros en el 5,58%. Nuestro reclamo es que vemos una tormenta perfecta para los que estamos en el régimen definitivo. No solo nos subió la tasa de interés (para créditos), sino que la apreciación del tipo de cambio se debe a los llamados capitales en busca de mejores rendimientos”, aseguró Jenkins.
Para el empresario, el Banco Central debe enviar señales más contundentes al mercado local en busca de llevar calma. Por ejemplo, la TPM debe reducirse en al menos un punto porcentual.
En el tema cambiario, aseguró que el mensaje debe ser igual al dado el año pasado cuando el precio del dólar llegó a los ¢700.
“(El Banco) debe dar señales, cuando iba para arriba (el precio del dólar) usó $2.000 millones de sus reservas para evitar el ascenso. Ha comprado $1.000 millones, entonces le queda espacio. Lo otro es bajar la tasa de tasa de interés, el 8,50% sigue siendo alto, en Estados Unidos subió 0,25 puntos, si aquí se baja a 7% se dará una señal”, aseguró Jenkins.
Los datos de compra de divisas ofrecidos por el jerarca de la Unión de Cámaras discrepan de la información del Banco Central suministrada por Róger Madrigal, presidente de la autoridad monetaria durante una entrevista con La Nación.
Madrigal afirmó que, en un plazo de nueve meses, la institución compró $2.200 millones en el mercado mayorista, con lo cual evitó que el precio de la divisa cayera más porque ejerció una presión de demanda.
“El Banco ha comprado $2.200 millones, habría que buscar en qué periodo de nueve meses, en la historia del Banco Central, se ha ido al mercado a comprar esta cantidad de reservas. Dudo que encontremos un periodo similar”, aseguró.
Sobre la reducción en la TPM, el Presidente del BCCR señaló que la Directiva acordó la reducción porque vio un espació para hacerlo. Sin embargo, la política monetaria aún es restrictiva porque persisten presiones inflacionarias.
Madrigal afirmó que la institución no tiene evidencia de la entrada de capitales en busca de mejores rendimientos a raíz de tasas de interés más elevadas.
El jerarca de la Uccaep advirtió que, si se mantiene la apreciación del colón frente al dólar, las repercusiones en empleo y producción de los exportadores tendrá repercusiones negativas.
“El Banco Central no está tomando en serio este tema. Muy bonito que el presidente del Banco Central, sentado en una silla, se pone en una posición técnica para frenar la inflación; pero no está yendo a ver lo que pasa en las empresas”, reprochó.
El jerarca del BCCR dijo, durante su entrevista con el diario, que claramente un colón apreciado tiene un efecto en los exportadores. Sin embargo, es el sector más dinámico de la economía con altos crecimiento de ventas al exterior y producción.