El presidente de la República que resulte electo en las próximas elecciones del 3 de abril, comenzará a gobernar el próximo 8 de mayo con poca representación en la Junta Directiva del Banco Central, entidad encargada de la política monetaria y cambiaria del país.
De los ocho puestos que componen la Junta Directiva de la entidad, solo el cargo de presidente del Banco Central, que actualmente desempeña Rodrigo Cubero, y el del ministro de Hacienda, en manos de Elian Villegas, vencen el 8 de mayo del 2022. Los otros cinco directivos del emisor tienen periodos de vencimiento que van del 2023 al 2029 y falta uno por nombrar. Además, la gerente de la entidad, Hazel Valverde, fue nombrada del 2021 al 2027.
El siguiente gobierno, además, puede decidir dejar por un tiempo más a Cubero, pero el funcionario asegura que es algo que tendría que evaluar en su momento.
De esta forma, de entrada el nuevo Gobierno (2022-2026) podrá nombrar al presidente de la autoridad monetaria, y al ministro de Hacienda, que participa en la directiva con voz pero sin voto; y al directivo que falta si no es que se nombra antes de mayo.
Según establece la Ley Orgánica del Banco Central, los miembros de la Junta Directiva son nombrados por el Consejo de Gobierno y la Asamblea Legislativa dispone de 30 días naturales para ratificar u objetar el nombramiento. La duración de los nombramientos es por periodos de 90 meses y se nombra un miembro cada 18 meses.
Los directivos se nombran por periodos que no calzan con el periodo de Gobierno precisamente para incrementar la independencia del Banco Central.
Un banco central independiente es importante, explicó el economista Ronulfo Jiménez, porque éste tiene la facultad de emitir moneda sin ningún tipo de respaldo y si eso se maneja con criterio político es peligroso, pues existe la gran tentación de que el Banco Central financie los déficit del Gobierno y se generen altos niveles de inflación. Pero tampoco el banco puede ser una isla y debe existir algún grado de coordinación de la política macroeconómica, añadió.
El Banco Central de Costa Rica debe usar sus herramientas para cumplir sus objetivos. El principal es mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y asegurar su conversión a otras monedas según describe su ley, y como objetivos subsidiarios tiene: promover el ordenado desarrollo de la economía costarricense, velar por el buen uso de las reservas monetarias internacionales de la nación, promover la eficiencia del sistema de pagos internos y externos y mantener su normal funcionamiento y un sistema de intermediación financiera estable, eficiente y competitivo.
Las decisiones que toma esta Junta Directiva tienen influencia en indicadores que influyen en la vida económica de muchas personas como las tasas de interés, el tipo de cambio, la inflación y la producción.
El caso del presidente
En el caso del presidente de la autoridad, el Banco Central explicó, mediante una respuesta escrita, que el inciso a) del artículo 17 de la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica indica que será designado por el Consejo de Gobierno por un plazo de cuatro años.
“Esta designación se realizará 12 meses después de iniciado el periodo constitucional del presidente de la República, pudiendo renovar, el Consejo de Gobierno, el nombramiento de forma continua al concluir cada periodo. Si el presidente del Banco Central cesara en el cargo, antes de haber cumplido el período para el cual fue nombrado, quien lo sustituya en el cargo cesante lo hará por el plazo que le falte por cumplir al presidente sustituido”, señala ese mismo artículo.
La Ley se reformó el 28 de febrero del 2019 y en su transitorio primero estableció: “En el primer período constitucional del presidente de la República, siguiente a la entrada en vigencia de esta reforma, el Consejo de Gobierno nombrará al presidente del Banco Central por un periodo de cinco años.”
Según explicó por escrito el Banco Central será el próximo Consejo de Gobierno el que nombrará al presidente del Banco Central por un periodo de cinco años.
¿Se quedaría Rodrigo Cubero?
El gobierno entrante tiene la posibilidad de invitar al actual presidente a continuar por un tiempo más en el cargo. En el pasado, el expresidente del Banco Central, Eduardo Lizano, participó en ese puesto con distintos gobiernos (de 1984-1990 con los expresidentes de la República Luis Alberto Monge y Óscar Arias, y de 1998-2002 con el expresidente Miguel Ángel Rodríguez).
Se le consultó a Cubero si estaría dispuesto a mantenerse en el cargo un poco más de tiempo si el nuevo presidente se lo pidiera y no lo descartó.
“Yo estoy enfocado en concluir de aquí al 8 de mayo con las metas estratégicas que nos hemos trazado y seguir haciendo el mejor trabajo posible. La verdad no he tomado una decisión sobre eso, habrá que tomarla en su momento, llegado ese momento”, respondió Cubero.
¿Lo valoraría si se lo pidieran? “Claro que sí, no lo descarto. En este momento como le digo no estoy enfocado en eso, pero tendremos que considerarlo en su momento según las circunstancias y por supuesto en ese momento tomaremos una decisión, si fuera del caso”.
Cubero, de 53 años, tiene un doctorado en Economía de la Universidad de Oxford y antes de asumir el puesto en Costa Rica, se desempeñaba como subdirector de la División del Hemisferio Occidental del Instituto de Capacitación del Fondo Monetario Internacional.