El gobierno que iniciará funciones en mayo del 2018 topará con un importante aumento en los pagos que deberá hacer de la deuda estandarizada o emitida por medio de bonos.
Dicha deuda, denominada así porque los títulos tienen las mismas características, está principalmente en manos del sector privado y es la más difícil de negociar.
Este año, la Tesorería Nacional del Ministerio de Hacienda logró negociar con los inversionistas y darles nuevos títulos con plazos más largos (lo que se denomina canje de deuda), con lo cual logró reducir los vencimientos a la mitad (¢576.721 millones).
No obstante, para el 2018 el monto se duplicará (¢1.257.304 millones).
“Para el 2017, los vencimientos que estaban establecidos vía presupuesto nacional fueron renegociados. Significa que hemos canjeando los vencimientos y los trasladamos para el 2020 en adelante.
”Sin embargo, la gran preocupación siempre va a ser la de lo inmediato, la del 2018, donde esos vencimientos están siendo duplicados. Uno esperaría poder gestionarlos, pero es una tarea difícil”, adviritió la tesorera nacional, Marta Cubillo.
La labor de ofrecerles títulos a los inversionistas por otros de más largo plazo se complica, pues cada año el monto de la deuda del Gobierno es más alto, debido a los continuos déficits fiscales (préstamos para pagar el gasto que no se cubre con recaudación de impuestos).
Debido al crecimiento de la deuda del Gobierno, las evaluadoras de riesgo Fitch y Moody's le bajaron la calificación a la deuda del Gobierno, lo cual es un aviso a los inversionistas de que el riesgo de invertir en títulos soberanos es mayor.
Cubillo explica que lo que Costa Rica ha hecho es contener el déficit, pero no arreglarlo de manera definitiva.
“No veo a este país llegando a una deuda interna del Gobierno Central de 62%. El mercado nunca le va a dar esos recursos, antes vamos a tener una situación de iliquidez”, advirtió la tesorera nacional.
El Gobierno proyecta que, sin reforma fiscal, se alcanzaría ese nivel de endeudamiento de 62% en el 2020.
Luis Liberman, exvicepresidente de la República y economista, consdiera que hasta ahora la Tesorería ha manejado bien el stock de la deuda (la deuda acumulada), pero el nuevo déficit de cada año hay que financiarlo con recursos frescos.
“La parte fundamental es la adición. El ahorro nacional crece en tanto y usted está diciendo –de ese ahorro yo quiero un pedazo más grande el año entrante– y eso sí va a presionar las tasas de interés”, dijo Liberman.
El exministro de Hacienda y economista, Francisco de Paula Gutiérrez, considera que un aspecto básico será la confianza que tengan los inversionistas para seguirle prestando dinero a un Gobierno cada vez más endeudado.
De Paula señaló que el sector privado tiene más confianza en el Gobierno, va a estar más dispuesto a comprar bonos o renovar los bonos que tiene, pero si no tiene confianza, advirtió, puede decidir llevarse el dinero.
¿Qué dicen los precandidatos? Quienes aspiran a gobernar el país en el 2018 consideran que la situación muestra la necesidad de tomar decisiones.
Antonio Álvarez, precandidato del Partido Liberación Nacional PLN), alegó que por ello ha insistido en que el país requiere una reforma fiscal que incluya tanto los elementos del gasto y del ingreso. Por eso, afirmó, ha defendido avanzar en la reforma a la ley de empleo público y, a partir de ahí, al impuesto de valor agregado.
Por su parte, Carlos Alvarado, precandidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), abogó por tomar decisiones pronto y al margen de cálculos electorales. “Es un tema que no se puede prorrogar porque tiene que ver con las finanzas públicas, ya el resultado de no tomar acción por parte de los diputados se manifiesta en la baja en la calificación de Moody's ”, dijo.
Edgardo Araya, precandidato del Partido Frente Amplio, apuesta por continuar los esfuerzos por mejorar la recaudación. “Se le tiene que entrar de muchas maneras”, comentó.
Mientras, Rafael Ortiz, aspirante del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), comentó que renegociar con el sector privado implicará que los intereses serán más altos de lo que están ahora. “El país enfrenta una situación muy difícil que requiere tomar decisiones”, señaló.
No se pudo obtener el criterio de los aspirantes José María Figueres y Rodolfo Piza.