El objetivo de establecer en el país el sistema de renta global, mediante una reforma legal, obligaría a los trabajadores asalariados a presentar una declaración tributaria cada año.
La propuesta está incorporada en el marco de la futura negociación del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Elian Villegas, ministro de Hacienda, y Carlos Vargas, jefe de la Dirección General de Tributación, confirmaron a La Nación que el plan es aplicar la nueva medida a partir del 2023.
Villegas explicó que el cambio legal está prácticamente listo, pues es un tema discutido en los diferentes procesos de reforma fiscal durante los últimos 18 años. El ajuste se presentará al Congreso con el paquete de proyectos que se negocie con el FMI.
El punto más relevante por definir es cuántos de los 1,2 millones de trabajadores asalariados –70% son del sector privado y 30% de instituciones públicas– deberían efectuar la declaración del impuesto sobre la renta.
La forma de establecerlo será mediante la creación de un salario mínimo vital. Sin embargo, el monto aún está por concretarse, explicaron ambos jerarcas.
Villegas adelantó que la persona con ingresos adicionales al sueldo sí debería hacer declaración tributaria.
Actualmente, los asalariados no hacen declaración de impuestos, pues el patrono hace la retención del tributo sobre el salario.
En caso de tener otros ingresos, por ejemplo inversiones o un alquiler, se tributa de manera individual, pues en el actual sistema de renta cedular se grava cada uno de manera individual, explicó el titular de Hacienda.
“El proceso para los asalariados va a cambiar, pero cuando esté por ingresar (en el 2023) debe estar listo Hacienda Digital. Entonces, el sistema le enviará al contribuyente una declaración prellenada donde se reportan los ingresos de la persona por salario, inversiones o servicios profesionales; las retenciones de ‘tanto’, debería pagar un monto determinado (al fisco), y debe ‘equis’ cantidad de dinero”, explicó Villegas.
Hacienda Digital es un plan de optimización de procesos y modernización de sus 59 sistemas informáticos, cuya inversión asciende a $157 millones, los cuales se financian con un préstamo del Banco Mundial.
El ministro reconoció que si al momento del cambio no se han modernizado los sistemas informáticos de la institución, se evaluaría el momento de iniciar con la medida.
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“Es fundamental atar una cosa a la otra (Hacienda Digital y las declaraciones); si no, sí se le puede complicar mucho la vida al contribuyente”, aceptó Villegas.
Entre enero y agosto pasado, el impuesto de renta sobre los salarios generó una recaudación de ¢380.673 millones, lo cual significó un incremento del 15% frente a los ¢329.203 millones al mismo periodo del 2019, según datos de Hacienda.
Cambio de estructura
El director de Tributación enfatizó en que la modificación para los asalariados es relevante porque, en renta global, el centro del sistema gira en torno a la persona, en vez de la forma actual, en la que se ven los ingresos del contribuyente por separado.
“Hoy es una tributación fraccionada. Tributo con mi cara de actividad lucrativa, después con mi cara de rentas de capital y con mi cara de asalariado. En renta global, cada una de las cédulas se liquidan, se suben y se tributa sobre el ingreso total. La persona podrá hacer deducciones y se restan las retenciones efectuadas”, destacó Vargas.
El funcionario resaltó que el cambio daría más justicia al sistema tributario costarricense, pues cuanto más tenga la persona, más tributará.
Para German Morales, socio director de la firma Grant Thornton, especializada en temas tributarios, la posibilidad de poner a los asalariados a presentar declaración de impuestos busca, en parte, que el fisco pueda determinar los vínculos de estos trabajadores con otros contribuyentes.
“La intención de Hacienda puede ser incluir a un porcentaje relevante de asalariados porque tienen gastos médicos, de contadores u otros servicios que contrata, y busque hacer presión sobre estos profesionales”, dijo Morales.
Por su parte, Adrián Torrealba, exdirector de Tributación, consideró el cambio a renta global implicaría que los asalariados entren a una olla común y equiparar el tramo de pago de renta con los trabajadores independientes.
“Para el que solo recibe salarios hay un mecanismo para que no tenga que presentar declaración, a menos que tenga otros tipos de renta; eso lo habíamos resuelto en la reforma de Abel Pacheco”, afirmó Torrealba.
En la propuesta del Gobierno para lograr el financiamiento de $1.750 millones con el FMI, se prevé mantener exentos de renta los salarios de hasta ¢840.000 por mes.
Pero se elevan los tramos gravados, por dos años, para generar una recaudación adicional de ¢137.532 millones cada año.
Entrevista
Director de Tributación: ‘Gente que hoy no declara asume la obligación’
Carlos Vargas, director de Tributación, afirmó que al pasar al modelo de renta global cambia la forma de pagar impuestos del trabajador asalariado y se introduce la declaración tributaria para este grupo de contribuyentes.
– ¿Qué implicación tendría pasar a renta global desde el sistema cedular actual?
– El migrar a un esquema de renta global va a significar que gente que hoy no declara asuma la obligación de declarar (impuestos). Si bien es cierto al contribuyente se le pueden hacer retenciones por sus ingresos como asalariado, como pago a cuenta, evidentemente va a tener que declarar cuáles fueron sus otras fuentes de ingresos, tanto por actividades lucrativas, rentas de capital e incluso ganancias de capital.
"Como debe sumarse todo esto (los ingresos), la única forma es que la persona lo declare, pues es la que conoce su situación patrimonial completa. Esto significa, evidentemente, que la persona asalariada empiece a declarar“.
– ¿A partir de qué monto se declararía? ¿Sería a partir de los ¢840.000 exentos en la actualidad?
– No necesariamente, ese monto hay que definirlo. Hay que calibrar bien porque se va a aplicar tanto a asalariados como a personas físicas con actividades lucrativas, pues todo se suma.
"Hoy, como no se declara, no se le puede reconocer a la persona ningún monto por concepto de gastos médicos, por ejemplo.
"Ahora, en el caso de los asalariados, se prevé un salario mínimo vital que garantice un monto a la persona para vivir. Para arriba de se monto empieza la tributación y aplican las deducciones. Lo que se plantea en estos casos es que las personas con salarios inferiores a ese mínimo vital no declaren, porque no se les aplican retenciones (de renta)”.
– En el caso de las retenciones, ¿seguirá igual: el patrono la de renta, la entidad financiera la de las inversiones?
– Sí, porque son adelantos que la misma persona va a deducir del impuesto que debe pagar.
– Los asalariados son 1,2 millones de trabajadores que, en principio, nunca han declarado. ¿Cómo sería el proceso? ¿Hacienda hará el trabajo de cruces para determinar el monto a pagar o cada persona debe presentar todos sus ingresos?
– Evidentemente, el tema de la transformación digital del Ministerio es muy importante y contribuye a facilitar el cumplimiento. Para migrar a un esquema de estos, se requiere hacer un prellenado de las declaraciones de las personas y presentarles una propuesta.
"El mismo esquema de retenciones facilita que se pueda presentar la propuesta, pues se calcula la base sobre la que se aplicaron. Tengo la información de los ingresos de la persona, y con factura electrónica se determina que tiene ‘equis’ gastos. Entonces, esta podría ser su declaración, ¿está de acuerdo o no?”.