La Reserva Federal de Estados Unidos (la FED) mantuvo sus tasas de referencia en el rango de 5,25%-5,50% por octava vez consecutiva. Destacaron que la inflación ha mostrado avances hacia su objetivo en los últimos meses, aunque esta “sigue siendo algo elevada”.
En un comunicado de prensa, la FED declaró que no es apropiado reducir el rango de sus tasas de referencia hasta tener mayor confianza en que la inflación se dirige sosteniblemente hacia el objetivo del 2% fijado por el “banco central” de los Estados Unidos.
Con esta decisión, la Reserva Federal cumple un año sin ajustar su tasa de interés, la cual se mantiene en su nivel más alto en casi dos décadas. Este indicador sirve de referencia para operaciones en dólares, tanto en préstamos como en inversiones.
Los gobernadores de la FED votaron unánimemente a favor de mantener las tasas y señalaron que están “atentos a los riesgos” relacionados con la inflación y el empleo en Estados Unidos. Indicaron que la creación de empleo se ha moderado y la tasa de desempleo ha aumentado ligeramente, aunque sigue siendo baja.
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El banco central estadounidense añadió que los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación se están equilibrando mejor. Tras un leve repunte de la inflación a principios de año, los datos más recientes sugieren que la misión de la Reserva Federal de volver a situar el índice de precios en su objetivo a largo plazo del 2% está encaminada.
En junio, el índice PCE de inflación, preferido por la FED para guiar su política monetaria, cayó al 2,5% en un periodo de 12 meses. El índice de precios al consumo (IPC), otro indicador de la inflación en Estados Unidos, continuó moderándose hasta el 3% interanual, respecto al 3,3% del mes anterior.
“En los últimos meses se han producido algunos avances más hacia el objetivo de una inflación del 2% fijado por el Comité”, aseguró la FED. Esta decisión supone un ligero cambio de tono respecto a junio, cuando el banco central señaló que se habían realizado “modestos progresos adicionales”.
La FED aumentó las tasas de interés para encarecer el crédito, desalentar el consumo y la inversión, y así reducir las presiones inflacionarias. El mercado prevé que el primer recorte de tasas podría darse en la reunión de mediados de setiembre, la última antes de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
Sin embargo, Jerome Powell, presidente de la FED, aseguró que aún no han tomado decisiones respecto a las reuniones a futuro, incluida la de setiembre. Agregó que el Comité de la Reserva Federal todavía no está en una situación en la que se sienta cómodo con una reducción de tasas.
Pista sobre setiembre
Pese a esto, Powell añadió que la sensación general de la Junta de la FED es que la economía se está acercando al punto en el que sería apropiado reducir su tasa de referencia, debido a que la inflación se ha desacelerado “notablemente” en Estados Unidos.
Powell también tendrá otras oportunidades durante el verano para dejar clara la posición del banco central, incluyendo su discurso de apertura en un encuentro el próximo mes de los principales gobernadores de la Reserva Federal en Jackson Hole, Wyoming.
Los operadores de futuros siguen confiando plenamente en que se produzca una bajada de las tasas en setiembre, y le otorgan una probabilidad del 100%, según los datos de CME Group. En su decisión anterior sobre sus tasas en junio, los responsables de la FED respondieron a un pequeño repunte de la inflación reduciendo de tres a uno el número de recortes previstos para este año.
Pero desde entonces, los datos han pintado un panorama mucho mejor, y los operadores asignan ahora una probabilidad del 60% a que el banco central realice recortes de al menos 0,75 puntos porcentuales este año, de acuerdo con CME Group. Se espera que esos ajustes se produzcan en forma de tres movimientos separados de un cuarto de punto.
Si la FED actúa en setiembre, su decisión situaría al banco central en medio de la batalla de las elecciones presidenciales de 2024, que se espera que se disputen entre el expresidente republicano Donald Trump y la vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris.
Trump ha acusado a Powell —a quien nominó para el cargo— de mostrar favoritismo político hacia el Partido Demócrata, y ha sugerido que no volvería a designarlo como presidente de la Reserva Federal si gana en los comicios del mes de noviembre.