La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) mantuvo sin cambios su tasa de interés de referencia, que se encuentra en un rango entre el 5,25% y el 5,50%, con el objetivo de contener la inflación. En la última revisión, que tuvo lugar en julio pasado, la entidad monetaria incrementó dicho indicador en 0,25 puntos porcentuales (p. p.).
La FED ya aprobó un total de 11 alzas en este ciclo de incrementos, que inició en marzo de 2022. Los aumentos en las tasas conlleva un encarecimiento del crédito, lo que a su vez desincentiva el gasto y la inversión, contribuyendo a reducir la presión sobre los precios.
En el comunicado emitido este miércoles, el Comité Federal de Política Monetaria (FOMC, por sus siglas en inglés) señaló que la Reserva Federal se mantiene vigilante ante los riesgos inflacionarios, al tiempo que destacó que los indicadores muestran un sólido crecimiento de la economía.
La FED también publicó su Resumen de Proyecciones Económicas en el cual previó subir las tasas de interés una vez más en el 2023 y que planea mantenerlas por encima de 5% en el 2024, frente al 4,6% que estimaba en junio.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, dejó abierta la puerta para un posible aumento adicional este año, pese a decidir mantener las tasas en el mismo nivel este miércoles.
Powell aseguró que las autoridades creen que los intereses están cerca de ser lo suficientemente altos, si no es que ya lo son, por lo que deben proceder con cautela en sus decisiones.
El banco central de Estados Unidos moderó sus ajustes al alza desde febrero pasado, optando por incrementos de un cuarto de punto.
Anteriormente, durante gran parte del año anterior, la Reserva Federal había implementado aumentos más agresivos, llegando incluso a elevar las tasas en 0,75 y 0,50 puntos porcentuales.
En agosto, la inflación en Estados Unidos experimentó su segundo repunte consecutivo, situándose en un 3,7% en términos interanuales, en comparación al 3,2% registrado en julio. Este dato proviene del índice de precios al consumo (IPC) publicado la semana pasada por el Departamento de Trabajo del país norteamericano.
Este incremento mensual se atribuye en gran medida al alza en los precios de la gasolina, que según el Departamento de Trabajo, representó más de la mitad del aumento.
Además, el costo de la vivienda también contribuyó a este repunte, ya que su índice aumentó por 40 mes consecutivo.
¿Cómo impacta en Costa Rica?
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), explicó que la decisión de la autoridad monetaria de no hacer ajustes en su tasa era de esperarse.
A nivel local, la decisión de no aumentar las tasas representa un alivio para la deuda pública. Esto porque si incrementan las tasas, la deuda colocada puede depreciarse, mientras que los bonos por colocar podrían apreciarse, es decir, tendrían un mayor costo para el Gobierno, según explicó Fernández.
El exbanquero añadió que para los deudores en dólares la decisión da cierta tranquilidad, porque esto evita una eventual subida adicional en las tasas de interés internacionales y da señales de que la FED ya alcanzó un posible techo. En Costa Rica se utilizan referencias calculadas en Estados Unidos, como la Prime Rate y la SOFR.
El impacto también recae en los ahorrantes, cuyos rendimientos por ahorros a plazo o por depósitos en dólares podrían mantenerse estables, o incluso empezar a descender, según Fernández.
Previsiones
El organismo duplicó además su previsión de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos para 2023 a 2,1% frente al 1% previsto en junio, ya que la economía avanza “a un ritmo sólido”.
En su reunión de fines de julio, daba cuenta de un “ritmo moderado” de crecimiento de la mayor economía planetaria.
Para el 2024, la previsión de la FED es de un crecimiento de la producción de 1,5% frente a 1,1% anterior. En cuanto a la inflación, prácticamente se mantienen sin cambios: 3,3% para este año, 2,5% en el 2024 y 2,2% para el 2025.
A pesar de un pequeño repunte durante el verano, la inflación se moderó desde su pico en junio del 2022.
Para agosto el indicador repuntó, pero, de todos modos, la FED sigue con mayor atención el índice subyacente, que se ubicó en julio en 3,3% a 12 meses.
El consumo, motor de la economía, muestra algunas señales de debilidad, con gastos “modestos” en verano, según el Libro Beige, una encuesta que realiza la Reserva.
Las familias de los Estados Unidos están extinguiendo sus ahorros acumulados durante la pandemia y por lo tanto se apoyan “más en el crédito para financiar sus gastos”, según la FED.