El acuerdo alcanzado por 136 países para crear un impuesto global del 15% a las multinacionales anunciado este viernes implicará para Costa Rica una evaluación de los incentivos para la atracción de inversiones, consideraron jerarcas de Gobierno y especialistas en impuestos.
A pesar de lo anterior, dicha revisión no significa que el país deba modificar el régimen especial de zonas francas, ni que el Gobierno tenga previsto algún cambio en esa línea, afirmaron los ministros Andrés Valenciano, de Comercio Exterior, y Elian Villegas, de Hacienda.
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“Las zonas francas son parte de un paquete amplio de herramientas que usamos para atraer inversiones. Su consistencia con los estándares internacionales, recién confirmada, les da un sello de confianza y seguridad para los inversionistas. El acuerdo alcanzado no cambia esto; y el Gobierno tampoco pretende su modificación”, destacó Valenciano.
Ahora bien, este jerarca sí reconoció que es de esperar que cuando el acuerdo promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entre en vigor, las multinacionales revalorizarán el peso que le asignan a distintos criterios de competitividad, como la estabilidad democrática y la educación.
“Como país debemos redoblar todos nuestros esfuerzos para fortalecerlas, y para diseñar nuevas herramientas e incentivos que sirvan para impulsar con mayor efectividad los objetivos que perseguimos en la nueva economía”, afirmó Valenciano, quien está en París, Francia, en una reunión de ministros de Comercio de la OCDE.
Por su parte, el jerarca de Hacienda destacó que la revisión del sistema de beneficios otorgados por Costa Rica debe hacerse bajo la defensa del marco de atracción de inversión extranjera directa y el respeto a los beneficios asignados a las compañías establecidas en zona franca.
“La materia tributaria es reserva de ley, entonces cualquier cambio debe pasar por la Asamblea Legislativa. Entonces será objetivo de un amplio proceso de discusión nacional donde habrá que ver los beneficios de un régimen de este tipo (zonas francas), así como los derechos adquiridos de los contratos firmados con empresas”, sostuvo Villegas.
El Ministro de Hacienda detalló que tras la decisión anunciada por el organismo internacional debe ratificarla el G20, conformado por las principales 20 economías del mundo, a finales de este mes de octubre, y comenzar la discusión en el país.
“Debemos tener presente que somos un país inserto en un mercado de atracción de inversión extranjera directa y, desde ese punto de vista, para nosotros es fundamental resguardar nuestro derecho a atraer esa inversión a Costa Rica para sostener el proceso de desarrollo nacional”, afirmó Villegas.
¿Qué se acordó?
Este viernes 8 de octubre, 136 países (representan poco más del 90% de la producción mundial) dieron su apoyo a un impuesto global del 15% para las multinacionales, con el objetivo de que empiece a regir a partir del 2023. Solo cuatro de las 140 jurisdicciones involucradas no se adhirieron finalmente: Kenia, Nigeria, Pakistán y Sri Lanka.
“El histórico acuerdo (...) redistribuirá a países de todo el mundo más de $125.000 millones en beneficios de unas 100 de las multinacionales más grandes y rentables del mundo, que pagarán su justa parte de impuestos”, informó la OCDE, en un comunicado.
La medida se estructura en torno a dos pilares: un impuesto de sociedades mínimo del 15% para aquellas empresas que facturen más de $750 millones de euros anuales ($867 millones) y una medida para que los ingresos abonados por las grandes empresas tecnológicas lleguen a los países donde obtienen sus beneficios y no donde tienen su sede social.
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Esta última medida se aplicará a las multinacionales cuya facturación mundial supere los $23.000 millones y cuya rentabilidad sea superior al 10%, precisa el comunicado.
La OCDE lanzó la idea del impuesto mínimo global hace ocho años. Pero fue hasta marzo pasado cuando recibió el respaldo de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, que la propuesta empezó a avanzar.
Primero, las siete potencias globales aglutinadas en el G7 comenzaron las discusiones y luego pasó al G20. Este último órgano instruyó a la OCDE a efectuar un diálogo más global cuyos frutos precisamente se anunciaron este viernes. Ahora, el acuerdo vuelve al G20 para su aprobación final e implementación en el 2023.
Implicaciones locales
Las implicaciones para Costa Rica del impuesto mínimo global para las multinacionales aún no son claras, principalmente porque no se tiene claridad acerca de cómo se aplicarán los nuevos principios impositivos.
Para abogados especialistas en materia tributaria, consultados por La Nación, es necesario ver la puesta en marcha en las principales economías desarrolladas, antes de realizar cambios en legislaciones costarricenses.
“Para que se instrumentalice el impuesto debe establecerse la legislación en todos los países y las condiciones en las cuales las empresas multinacionales deben pagar el impuesto del 15%”, explicó Mario Hidalgo, socio de Impuestos y Legal de Grant Thornton.
El especialista consideró que la ley deberá establecer con claridad los derechos adquiridos de las compañías multinacionales establecidas actualmente en el país.
Francisco Villalobos, socio director de ICS Asesores Fiscales, descartó que el acuerdo promovido por la OCDE implique cambios en el régimen zona franca.
“El anuncio es una continuidad de medidas internacionales que buscan evitar la erosión de la base imponible en los países, el intercambio de información, evitar la doble no imposición que son las medidas que la OCDE y el G20 procuran que tomemos. La pregunta sobre si nos impactará, pues esta semana la Unión Europea nos lanzó un dardo donde nos dijo que debemos revisar la renta territorial”, destacó el exdirector de Tributación.
Por último, Priscilla Piedra, socia de Impuestos de Deloitte, dijo que el acuerdo difundido este viernes establece reglas generales, pero el G20 debe los detalles del tributo global para que aplique al 2023.
Piedra agregó que, aunque se dan acuerdos multilaterales, cada país debe crear su propia normativa interna para su implementación.