El cantón más joven del país, Río Cuarto, apuesta por el desarrollo turístico para mejorar las condiciones de sus habitantes, por lo cual lanzó un plan en ese sentido con la meta de que dicha actividad económica sea la principal en cinco años.
La base del proyecto es el lanzamiento de la marca cantonal con el lema Río Cuarto, todo por descubrir, que se dio a conocer al cumplirse los cuatro años del nacimiento jurídico como cantón, el jueves 20 de mayo.
Las bellezas naturales de la zona, con paisajes para tener un tranquilo y pleno descanso, y donde sobresalen las lagunas y cataratas, se ubican en el centro de este esfuerzo por atraer visitantes nacionales y extranjeros, declaró José Miguel Jiménez, alcalde del cantón.
La otra meta del programa, agregó el dirigente local, es crear una identidad entre los 15.000 habitantes de Río Cuarto, la cual sirva para que se preparen de la mejor manera posible para atender a los visitantes.
Por esa razón, el plan incluye de manera prioritaria la capacitación a dirigentes y trabajadores del sector turismo. Una de las aristas en ese sentido es la capacitación en el idioma inglés, que se está coordinando con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), así como en computación, detalló Jiménez.
El programa, explicó, se diseñó con ayuda de las asociaciones comunales, los empresarios turísticos y el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Complemento
Actualmente, la economía de este reciente cantón alajuelense se base en una fuerte producción de piña, de cerdos, pollo, granjas para huevos y lechería, pero el gobierno local, la cámara de turismo y las asociaciones comunales determinaron que la actividad turística será el complemento perfecto.
“Encontramos nosotros que el turismo es el chocolate para hacer el cacao, la génesis del desarrollo, el enlace con empleos y con una mejor calidad de vida de la gente”, aseveró el alcalde Jiménez, al referirse al futuro económico del cantón.
Aunque calificó de sumamente importantes las otras actividades, la situación de la zona, sus atractivos y estar a apenas unos 90 minutos de la capital, le confieren la posibilidad de llegar pronto a tener el turismo como la principal de su economía, aseguró.
A la belleza escénica, agregó, se une la gastronomía regional, que tiene platos con características propias de la zona, como los chicharrones o la tilapia. Esta diferenciación gastronómica se logra pese a que hay otras comunicades muy cerca, consideró.
“¿Cuál es el valor agregado? Disfrutar en un restaurante de un almuerzo o comida en paz, en medio de una escena maravillosa y bien atendido”, resumió el dirigente.