Podríamos estar presenciando los últimos respiros de la jubilación temprana –no solo en Estados Unidos, sino en muchos países industrializados–. Considerando el elevado desempleo desde la crisis financiera de 2008, podría esperarse lo opuesto: que la jubilación temprana floreciera.
Muchos trabajadores de edad desempleados podrían considerarla como el camino de menor resistencia. ¿No puedo obtener trabajo? Me jubilo. Sin duda, eso ha ocurrido, pero se ha diluido por la determinación de trabajar más años.
La jubilación temprana está en retirada.
Esa es la conclusión de un estudio de 20 países avanzados, realizado por los economistas Gary Burtless y Barry Bosworth, de Brookings Institution, un centro de investigaciones.
Excluyendo los países con desempleo característico de una depresión –Grecia, Portugal, España e Irlanda– todas estas naciones han experimentado una participación mayor de trabajadores de edad en la fuerza laboral, desde 2007.
Algunos aumentos son asombrosos. En Alemania, la porción de la población entre 60 y 64 años que trabaja pasó de un 33% en 2007 a un 47% en 2012; en los Países Bajos, de un 30 a un 44%.
Es una continuación de la tendencia a trabajar más años que se inició en los años 80 y 90. En Estados Unidos, el 52% de la población entre 60 y 64 años tenía empleo en 2012, lo mismo que en 2007. Pero la porción de gente de edad trabajando o buscando trabajo –que es la definición amplia de la “tasa de participación en la fuerza laboral”– ha continuado en ascenso. Traducción: la porción de los norteamericanos de edad que abandona la fuerza laboral y depende exclusivamente de los beneficios jubilatorios y de sus ahorros se está reduciendo.
Cambio de tendencia. Lo que está teniendo lugar es un cambio masivo en la conducta privada. Durante la mayor parte del siglo XX, los años de trabajo decrecieron en los países industrializados. Los individuos comenzaron a estudiar durante más años y a jubilarse antes. En 1910, informa Burtless, más de la mitad de los hombres de 73 años aún trabajaba; para 1994, la mitad de los hombres de 62 años se había jubilado. Esa tendencia está cambiando: En 2011 la mitad de los hombres recién se jubiló a los 64 años. A los 65 años, la tasa de participación en la fuerza laboral de los hombres de 65 años era del 46%, mientras que en el punto históricamente más bajo, en 1981, era del 31%. Estas tendencias son similares para las mujeres.
Las causas yacen en una confusa mezcla de políticas públicas, mejoras en la salud y cambios en los estilos de vida y las condiciones económicas. Para Estados Unidos, Burtless cita: un aumento en la edad requerida por el Seguro Social para recibir beneficios plenos, de 65 a 66 años; un cambio en los empleadores de pensiones de “beneficios definidos” (que proporcionan pagos hasta la muerte del beneficiario) a pensiones de “contribución definida” (que proporcionan apoyo solo mientras los ahorros de la pensión no se han agotado); y niveles de educación más elevados entre los baby boomers . “La gente que ha recibido más educación se jubila más tarde en la vida”, dice, y los baby boomers han recibido mucha más educación que las generaciones anteriores”.
Factores similares probablemente estén también incidiendo en el exterior: los recortes de programas públicos –o el temor a dichos recortes–; más incertidumbre económica; vidas más largas y empleos de menor exigencia física. Aun así, algunos países avanzados siguen teniendo edades jubilatorias bajas: entre ellos se destacan, Francia, Italia y Bélgica.
En 2012, solo alrededor del 20 por ciento de la población entre 60 y 64 años trabajaba.
En su conjunto, el alargamiento de la vida laboral es positivo, aunque con una advertencia. Primero, el beneficio: A medida que la población envejece, los países ya no pueden darse el lujo de tener un creciente número de ancianos mantenido por un número decreciente de jóvenes y gente de mediana edad. Los Estados de beneficencia están abrumados y los costos de cuidar de los ancianos constituyen la causa principal. Es necesario que la gente siga siendo productiva durante más tiempo. Ahora la advertencia: Esta transición está ocurriendo en una época terrible. Sin una recuperación económica más fuerte, los puestos de trabajo ocupados por empleados mayores contribuyen al elevado desempleo entre los jóvenes.
Robert Samuelson inició su carrera como periodista de negocios en The Washington Post, en 1969. Además, fue reportero y columnista de prestigiosas revistas como Newsweek y National Journal.