Los problemas actuariales del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) son tan profundos que la reforma propuesta por la Caja, pese afectación a los futuros jubilados, es insuficiente.
Así lo afirmó a La Nación Rocío Aguilar, jerarca de la Superintendencia de Pensiones (Supén).
La funcionaria explicó que modificar la fórmula de cálculo de la pensión, o tasa de reemplazo, en muchos casos, no tendría ningún efecto para el fondo.
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La propuesta de agosto del año pasado, hecha por la Gerencia de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pretende alargar la vida de la reserva del fondo de jubilaciones a una fecha entre el 2050 y 2053.
El último estudio actuarial al IVM, de julio del 2019, prevé que la reserva del fondo se agote en el 2037 y cifró el déficit del sistema en ¢100 billones.
A continuación un extracto del a entrevista con Rocío Aguilar.
– ¿La Supén ha corroborado si estas metas se logran con los planes de fortalecimiento del IVM que propuso la CCSS?
– Si bien la Supén ha manifestado la insoslayable necesidad de aprobar dichas reformas, también ha señalado que las metas planteadas son insuficientes considerando el problema actuarial del IVM, que alcanza una magnitud cercana a tres veces el tamaño de la economía nacional, según la propia valuación que aplicó el IVM en el 2019.
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“Por lo tanto, extender por doce años la vida de un fondo de capitalización colectiva como es el IVM, debe ser solamente el punto de partida para acometer reformas estructurales al sistema nacional de pensiones, que permitan una mayor capitalización del fondo, dado los cambios en el mercado laboral y la menor proporción de cotizantes por pensionado“.
– Los tres planes proponen un cambio en la fórmula de cálculo de la tasa de reemplazo. ¿Estas medidas implicarán una reducción en la cuantía de la pensión de los futuros jubilados?
– Dos planes generarían una reducción en la cuantía de la pensión de los futuros jubilados. Por el contrario, en uno, se mantienen las condiciones actuales, eliminando la posibilidad de retiro anticipado.
– ¿La reducción de la cuantía de la pensión es la salida ante los desequilibrios IVM, o será necesario tocar también edad de retiro y cotización?
– Los desequilibrios actuariales del régimen corresponden, en buena medida, a los cambios demográficos que ha experimentado la sociedad costarricense a lo largo de las ocho décadas de existencia del régimen. A modo de ejemplo, a pesar de la mayor expectativa de vida, la edad normal de retiro de 65 años se ha mantenido invariable desde la creación del IVM.
“El plan que aboga por la eliminación de las pensiones anticipadas (60 años, las mujeres; y 62 años, los hombres) debería ser la base de partida para buscar soluciones más duraderas y menos costosas para la sociedad costarricense.
“Para lograr un mejor desempeño, elementos de los otros planes podrían rescatarse, como es la reducción del rango actual de las cuantías básicas o su unificación.
“Con respecto a la posibilidad de elevar las cargas sociales que van al IVM, la Supén ha venido manifestando su posición de que esto se haga mediante una redistribución de las cargas actuales, sin elevar las cargas totales, debido a que la alta y creciente informalidad hacen contraproducente seguir subiendo el costo de formalizar el trabajo“.
– ¿Eliminar el retiro anticipado y establecer la edad de jubilación a los 65 años tiene un mayor impacto en la sostenibilidad en lugar de modificar el cálculo de la pensión?
– Sí, las pensiones anticipadas son sustancialmente costosas para el IVM, dado que reducen los ingresos, al mismo tiempo que eleva los egresos del fondo.
“Modificar la tasa de reemplazo, en muchos casos, no tendría ningún efecto para el Régimen, al estar un gran número de pensiones sujetas a un monto mínimo”.