La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) ubicó la tasa de política monetaria (TPM) por debajo del indicador de referencia de la Reserva Federal de los Estados Unidos (la FED), confiada en que la dolarización de los ahorros está ocurriendo de manera ordenada. El ente emisor redujo su tasa en 50 puntos base (p. b.) para fijarla en 4,75% desde este viernes.
Róger Madrigal, presidente del Banco Central, afirmó que no existe evidencia de que la ligera dolarización del ahorro que observaron esté causando desórdenes en el mercado cambiario, con lo cual se abrió espacio para la reducción. Sin embargo, añadió que la decisión de bajar la TPM se tomó pensando en el objetivo de inflación y no en el mercado de divisas.
Con el ajuste a la baja anunciado este jueves 25 de abril, la TPM se situó por debajo de la tasa de referencia de la FED a partir de este viernes 26 de abril, después de permanecer poco más de un mes en el extremo inferior del rango actual del banco central estadounidense, que oscila entre el 5,25% y el 5,50%.
Durante la conferencia de prensa de la tercera reunión de política monetaria del 2024, Madrigal enfatizó que la TPM es un instrumento monetario y no cambiario. El jerarca remarcó que la dinámica del mercado de divisas responde a otras variables y que no hay evidencia de que haya arbitraje en magnitudes significativas que lo afecten.
Sin embargo, reconoció que si se da un desalineamiento muy agudo entre las tasas de Costa Rica y las externas, en colones y en dólares, las personas pueden verse motivadas a cambiar la moneda en la que ahorran, lo que podría provocar efectos en el mercado cambiario si eso sucede de manera desordenada.
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No obstante, Madrigal señaló que este año han visto un comportamiento que apoya la hipótesis planteada por el BCCR en relación con la dolarización del ahorro financiero, pues hay un ligero aumento en la proporción de la moneda extranjera en comparación con los colones, pero ese ajuste está ocurriendo de forma ordenada.
“Este proceso ha sido ordenado, entonces, si se tiene que dar, que se de. En lo que el BCCR ha tenido prudencia y cuidado es que esto podría desordenar de manera abrupta el mercado cambiario, pero no lo hemos visto. Entonces, en reacción a esa evidencia, como no hay evidencia de que esto desordene el mercado y no tenemos un objetivo cambiario, se baja la tasa de interés (la TPM)”, manifestó el presidente del ente emisor.
“Los señores del FMI nos dijeron que en los últimos 15 años en América Latina, no habían encontrado un país que tuviera la TPM por debajo de la FED. Con la decisión de hoy todavía profundizamos un poquito más esa diferencia. Es una decisión tomada pensando en la inflación y no en el mercado cambiario”, agregó Madrigal.
Alonso Alfaro, economista jefe del Banco Central, reforzó la afirmación hecha por el jerarca de la autoridad monetaria, ya que comentó que el objetivo no es el tipo de cambio, sino acercarse a la meta de inflación que tiene el BCCR, del 3% con una desviación de un punto porcentual arriba o abajo.
El economista jefe del ente emisor señaló que la diferencia negativa de la TPM con respecto a las tasas de la FED aumentó y que, con la decisión de reducir en 50 p. b. el indicador, se amplió y acentuó el premio negativo por ahorrar en colones en comparación con los dólares.
Diferencial de tasas
En reiteradas ocasiones, economistas y cámaras empresariales han expresado que una reducción considerable en la TPM provocaría un aumento en el tipo de cambio del dólar, cuya cotización viene a la baja desde junio del 2022, ante la mayor abundancia de dólares en el país. Esto porque incentivaría el ahorro en la divisa para aprovechar el diferencial de tasas con la FED.
Pablo González, analista económico de Mercado de Valores, manifestó que este diferencial de tasas con la FED incentiva el traslado de los ahorros hacia dólares, lo que podría generar movimientos desordenados en el mercado y, por ende, en la inflación. El economista enfatizó en que esto es algo que no está sucediendo, lo que favorece la nueva reducción.
Sin embargo, destacó que es esperable que este diferencial de tasas con la FED genere una demanda adicional de dólares en el mercado, pero que no afecte la inflación, que es el indicador que el BCCR busca impactar con las decisiones de política monetaria.
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Javier Cortés, estratega de inversiones de BN Valores, recalcó que la nueva reducción en la TPM profundiza el incentivo de dolarizar el ahorro, lo que, en principio, tendría un efecto al alza en el tipo de cambio. Sin embargo, agregó que la mayor abundancia de la divisa en la economía costarricense hace que no sea tan claro que esta dinámica se manifieste con contundencia.
Luis Alvarado, analista económico y bursátil de Acobo Puesto de Bolsa, comentó que, aunque el Banco Central observa un proceso ordenado de dolarización de ahorros, la referencia de la FED sigue siendo relevante para la toma de decisiones en una economía altamente dolarizada como la costarricense.
Alvarado añadió que las decisiones de la FED son relevantes porque los movimientos de las tasas internacionales pueden presentar un cambio significativo en los flujos de capitales, los cuales pueden beneficiar o perjudicar diversos indicadores financieros y económicos a nivel nacional.
Por su parte, Juan Pablo Arias, analista de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), afirmó que, en relación con las tasas de interés del mercado financiero, como la tasa básica pasiva (TBP), estas seguirán comportándose a la baja, pero actuarán con cierto rezago respecto a la decisión del BCCR.
Más espacio
Los analistas consideran que aún existe espacio para reducir la TPM hasta alcanzar la posición neutral que busca el Banco Central. Para Pablo González, el indicador neutral está estimado alrededor del 4,5%, con lo cual se mantiene el margen para bajarla más.
Por su parte, Alvarado afirmó que es posible que aún se presente algún espacio para alcanzar la neutralidad en la política monetaria, aunque destacó que este valor no es estático y que puede verse influenciado por diversos factores de la economía.
En la conferencia, Madrigal se abstuvo de proporcionar un número específico sobre el nivel que permitiría al BCCR volver a esta postura. Sin embargo, comentó que el indicador se aproxima a ese punto. Alfaro agregó que si la meta de inflación es del 3%, una tasa real neutral sería en adición a la meta, es decir, por encima de ese porcentaje.