El sector de salud privado ofreció sumarse a la vacunación contra la covid-19, ya sea mediante la importación de dosis o con el uso instalaciones de farmacias y hospitales para ese fin, con el objetivo de acelerar la inoculación y lograr que más personas se reincorporen a lo trabajos.
La oferta, presentada en una carta a autoridades del Gobierno, este 6 de mayo, se topa, sin embargo, con la traba de que las casas farmacéuticas fabricantes, de las cuales provendría la vacuna, no están registradas aún en Costa Rica.
El problema se suscita porque las vacunas de Pfizer y Astra Zeneca (las dos autorizadas) solo se negocian con gobiernos, las de Johnson & Johnson y Moderna no tienen disponibilidad y solo quedaría la opción de las fabricadas en Rusia y China.
Ante una consulta acerca del asunto, el Ministerio de Salud respondió que no ha recibido ninguna solicitud de trámite de registro de nuevas vacunas contra la covid-19.
“La autoridad competente para el trámite de autorización de uso de vacunas contra covid-19 es la Dirección de Regulación de Productos de Interés Sanitario del Ministerio de Salud. Dicha Dirección no ha recibido solicitud formal para autorizar el uso de una vacuna que cuente con el aval de una agencia reguladora estricta o precalificación de la Organización Mundial de la Salud”, dijo la cartera en respuesta escrita.
El ofrecimiento de importación fue presentado al Gobierno por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), las cámaras Costarricense Norteamericana de Comercio (AmCham) y de Industrias de Costa Rica (CICR) y las compañías Hospital Metropolitano, Hospital Clínica Bíblica, la distribuidora de medicamentos CEFA y las farmacias Fischel y La Bomba.
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Entre tanto, las empresas reunidas en la Cámara Costarricense de la Salud propusieron, esta semana, al Gobierno, la opción de utilizar la logística de las 1.200 farmacias abiertas en todo el país, para realizar vacunación, comentó su presidente, Massimo Manzi.
En este caso, la opción es acelerar la vacunación con las dosis de las casas Pfizer-Biontech y Astra Zeneca, ya registradas y autorizadas por el Ministerio de Salud. Esta oferta tiene sentido para acelerar la inoculación en vista de que entre mayo y junio aumentará la cantidad de dosis que llegarán al país de esas empresas, que solo negocian con Gobiernos, explicó Manzi.
Estas iniciativas del sector privado se presentan mientras el país vive el pico de la emergencia en poco más de un año de pandemia, con saturación de camas en hospitales y un crecimiento número de casos diarios.
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Manzi alabó la propuesta de importar vacunas, pues está dentro de la necesidad de colaboración de todos para enfrentar la emergencia de manera más acelerada.
Sin embargo, recordó que las vacunas rusa Sputnik V y la china Sinovac todavía no están autorizadas en Costa Rica y tampoco han sido avaladas ni por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ni la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, siglas en inglés).
Además, no han sido avaladas aún por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la otra vía reconocida por Costa Rica para acelerar el registro.
Agregó que se podría explorar con las farmacéuticas Johnson & Johnson y Moderna, pero en estos casos el problema es que no hay disponibilidad.
Ayuda del Gobierno
Gisela Sánchez, presidenta de AmCham, reconoció que una de las vacunas que considera la alianza privada es la Sputnik, pero dijo que todo depende de la apertura de las autoridades de Salud a registrarla y autorizar su uso en Costa Rica.
Según Sánchez, el objetivo es colaborar con la emergencia y, por tanto, se usarían vacunas de casas reconocidas en otros países, que ofrezcan seguridad y protección contra la pandemia. Uno de los grandes propósitos, añadió, es reducir la cantidad de personas que tiene necesidad de ingresar a los hospitales, pues preocupa la saturación de ese servicio.
El doctor Andrés Wiernik, director médico del Hospital Metropolitano, dijo en un video que se trata de incrementar la vacunación mediante importaciones o, de manera paralela, aumentar la velocidad del proceso con las vacunas que ya se están importando.
Instó a otras empresas a participar de manera responsable y transparente en el proceso.
Empero, el Ministerio de Salud añadió a su respuesta un comunicado en el cual le reafirman al sector privado que los trámites de nuevas vacunas deben cumplir con lo establecido por la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología. Este órgano instruyó que deben contar con aprobación de una agencia regulatoria estricta (la FDA o la EMA) y/o precalificación de la OMS, además de contar con una eficacia vacunal de al menos un 60%.
Por su lado, Sánchez reafirmó lo dicho por la alianza privada en un comunicado en el sentido de que la comercialización de las vacunas se realizaría a precio de costo, sin ganancia para los comercios.
En tanto, Manzi explicó que le expusieron al Gobierno dos esquemas para la eventual vacunación en farmacias privadas. El primero es que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) determine un costo de la aplicación y los instrumentos (la vacuna en sí, la trae el Gobierno) y lo pague a los centros privados y, el segundo, que cada persona pague ese costo.