La posibilidad de que la producción de Estados Unidos enfrente una recesión durante este año, a raíz de la rápida alza en las tasas de interés de la Reserva Federal de EE. UU. (FED), tendrá implicaciones para la economía costarricense debido al fuerte vínculo con este país desarrollado.
Jerome Powell, presidente del banco central estadounidense, fue quien dio la alerta de la eventual contracción en el producto interno bruto (PIB) para este año. “El endurecimiento de las condiciones financieras (por el alza en tasas) debería seguir moderando el crecimiento”, dijo.
Además añadió que el aumento en los intereses podría desencadenar una recesión. “No es en absoluto el resultado deseado pero ciertamente es una posibilidad”, respondió en una comparecencia en el Congreso, el pasado 22 de junio.
Las implicaciones para EE. UU., por la política monetaria más restrictiva, se dio de manera inmediata. A mediados de diciembre, la FED proyectó un crecimiento en la economía de 3,2% para este año, frente al 2021. Sin embargo, el 15 de junio anterior, previó un 1,7% del PIB para este 2022, como consecuencia del rápido crecimiento de la inflación en ese país, en mayo fue de 8,6%, y por la invasión de Rusia a Ucrania.
Para Costa Rica las repercusiones serán importantes debido a la estrecha correlación de ambos países, reconoció Óscar Avalle, representante del Banco Mundial (BM) para Costa Rica y El Salvador. “Una desaceleración en el crecimiento de Estados Unidos podría afectar de forma negativa al país”, sostuvo Avalle.
Los argumentos del vocero del organismo internacional se fundamentan en que la actividad económica mensual de nuestro país se mueven de la misma forma a la de EE. UU., como si se tratara de un espejo. Avalle consideró que, por el momento, mantienen la previsión de crecimiento del PIB de Costa Rica sin modificar en un 3,4%.
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“El efecto agregado negativo se puede compensar por el tipo de exportaciones desde Costa Rica hacia EE. UU., en el sentido que este flujo incluye una cantidad importante de productos alimenticios y de equipo médicos y suplementos que no necesariamente están experimentando una caída en la demanda por parte de ese país y otros mercados internacionales”, consideró el representante del BM.
La Reserva Federal inició, en marzo anterior, un proceso de ascenso en sus tasas de interés de referencia. En ese momento, estaban muy cercanas al 0%, pero rápidamente se elevaron hasta el rango de 1,5% y 1,75%. Tal decisión tendrá implicaciones para los deudores ticos en moneda extranjera.
Fuerte vínculo
El vínculo económico de Costa Rica con Estados Unidos es muy fuerte en comercio exterior, inversión extranjera directa y visitación de turistas. Por esa razón, el enfriamiento de la actividad y el consumo en ese país repercute en la evolución aquí.
Por ejemplo, las empresas establecidas en el territorio nacional exportaron bienes, durante el año pasado, por un valor de $15.529 millones de los cuales el 42%, es decir, $6.635 millones se dirigieron al territorio estadounidense, según las estadísticas de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
A nivel turístico, de los 1,3 millones de vacacionistas que arribaron al país, durante el 2021, el 65% era de origen estadounidense, o sea, 868.986 personas, muestran los datos publicados por el Instituto Costarricense de Turismo.
En inversión extranjera, el ligamen es aún más relevante. El año pasado, de los $3.195 millones destinados desde el exterior hacia el país, el 79% era de empresas de EE. UU., es decir, $2.534 millones. De hecho, fue la inversión anual más elevada en la última década, según el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Para el economista Daniel Ortiz, el menor crecimiento de la producción estadounidense será un elemento que le restará dinamismo al país.
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“Hay que recordar que es nuestro principal socio comercial y si la economía norteamericana crece menos Costa Rica también lo hace. Es posible observar exportaciones que crecerán menos, un turismo a que no repunte con tanta fuerza y un menor gasto por parte de los estadounidenses”, aseguró Ortiz, quien es director ejecutivo de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa).
El economista José Luis Arce subrayó que, sin lugar a dudas, la economía costarricense se verá afectada producto del shock adverso por el aumento de los precios de las principales materias y primas y como efecto colateral de las medidas monetarias restrictivas adoptadas para contener las presiones inflacionarias crecientes.
“Para Costa Rica esto significa que la demanda externa, exportaciones de bienes y servicios, se debilitaría y con el factor de crecimiento local”, precisó el director de FCS Capital.
Tanto Arce como Ortiz coincidieron en la alta probabilidad de que el Banco Central efectúe la próxima revisión del Informe de Política Monetaria, documento en el cual la entidad plasma sus proyecciones de crecimiento para el país.
“El BCCR va modificar sus perspectivas de crecimiento. El mundo ha cambiado muy rápidamente y ahora la inflación, devaluación y dinamismo del sector externo es muy diferente al que se había planteado hace unos meses. Probablemente la revisión será a la baja”, acotó el director ejecutivo de Cefsa.
En enero pasado, el ente emisor previó que la producción costarricense crecería 3,9% este año, frente al 2021. Sin embargo, en abril pasado, redujo la proyección a 3,4%.