La reforma al Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP), propuesta por la Supén, que plantea dividir a todos los afiliados en cuatro grupos de edad y riesgo, tiene como fin elevar el monto de jubilación que el trabajador recibirá al final de su vida laboral.
De hecho, la Superintendencia de Pensiones (Supén) hizo una proyección del efecto futuro del cambio y determinó que la cuantía mensual a recibir por el trabajador pasaría del equivalente al 16,5% del salario, a 24,1% con la implementación de los llamados “fondos generacionales”.
Así lo argumentó Rocío Aguilar, jerarca de la Supén, al explicar el proyecto de modificaciones al Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP), enviado a consulta pública el pasado 4 de octubre.
Según la jerarca, el plan de fondos generacionales incorpora estrategias diferenciadas de inversión por grupos de edad, con el fin de elevar el saldo del dinero acumulado del afiliado en el largo plazo.
En contraste, en el modelo actual la política de inversión es igual para todos los afiliados y se limita el rendimiento futuro según la edad.
Para Ana María Brenes, gerenta de BAC Pensiones, la propuesta de Supén es la reforma más profunda al sistema de pensiones complementarias en las últimas dos décadas.
“El poder contar con diferentes fondos, administrados con perfiles de riesgo distintos, (...) tiene en el centro al afiliado. Si las modificaciones se logran hacer resultará en una mejora en lo que las operadoras entregamos a los afiliados”, consideró Brenes.
El proyecto de reforma aprobada por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) implica un cambio en la administración de ¢10,3 billones, de tres millones de trabajadores y 42.000 pensionados dentro del ROP, creado, en el 2000, mediante la Ley de Protección al Trabajador.
El objetivo de la Superintendencia es que los cambios empiecen a aplicar a partir de octubre del 2024.
Escenarios proyectados
En los ejemplos presentados por la Superintendencia, el aumento en el monto de la pensión del afiliado se logra cuando, en un horizonte de 40 años, la estrategia de inversión se modifica con el tiempo.
Por ejemplo, para los trabajadores jóvenes que recién ingresan al mercado laboral y lo hacen al sistema del fondos generacionales, la normativa propuesta permite asumir más riesgo en las inversiones con la adquisición de instrumentos de renta variable (acciones).
“En principio es más volátil en el corto y mediano plazo, pero en el largo término genera mejores rendimientos”, según la Supén.
Entonces, con una política más agresiva, el rendimiento real obtenido puede alcanzar hasta el 7% en el fondo donde solo hay trabajadores menores de 30 años.
Ahora, a medida que la edad de la persona se aumenta, las operadoras de pensiones complementarias (OPC) trasladan al cliente a otro grupo etario y empiezan a adquirir más bonos de renta fija, para reducir los vaivenes en las ganancias del ROP, pero garantizar un rendimiento estable.
En esta proyección de la Supén es donde se prevé que el monto de la pensión de un afiliado, al final de su vida laboral, podría se equivalente al 24,1% del salario.
Sin embargo, en un escenario más conservador de las inversiones, la entidad fiscalizadora estimó la tasa de reemplazo (porcentaje equivalente al salario) del 19,8%, cuando se compara con la estructura actual.
“En teoría, la división del ROP permitirá crear diferentes estrategias de inversión, las que combinadas a lo largo de la vida del afiliado permitiría mejorar los beneficios en el momento del retiro”, consideró Marco Vargas, gerente general a. í. de BN Vital.
Sin embargo, Vargas consideró que la iniciativa arrastra dificultades por resolver como los límites por tipo de instrumentos de inversión.
De hecho, Édgar Robles, exsuperintendente de Pensiones, dijo que la propuesta no aclara qué sucede si los fondos superan el tope de 50% establecido legalmente para inversiones en el exterior, lo cual podría suceder según sea la composición de las generaciones en cada fondo.
“Una de las cosas más preocupantes, es que no he visto estudios para nuestro país que muestren que con esta regulación en particular, se mejorará la rentabilidad para los afiliados en el largo plazo. Internacionalmente sí existen esos estudios, pero ello requiere que, en promedio, el 60% de los portafolios (de una operadora) se inviertan en acciones, o sea, en el exterior, y ello no es posible con la ley actual”, afirmó Robles.
Para Héctor Maggi, gerente de la OPC de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), las modificaciones obligan a las operadoras a escoger los activos para invertir según el ciclo de la vida del afiliado para lograr la meta de mejorar su pensión.
Sobre el tipo de estrategias de inversión, Maggi dijo que de cara al cliente una política conservadora no se debe interpretar como menos rentable, pues esta tendrá activos con características diferentes a los nacidos después de 1990.