Las tasas de interés máximas anuales, también conocidas como “tasas de usura” subirán en la primera mitad del 2023, y será la primera vez que lo hagan desde finales del 2020.
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) publicó, este viernes 6 de enero, las nuevas tasas anuales máximas de interés para operaciones de crédito en colones, dólares estadounidenses y otras monedas. Dichos indicadores estarán vigentes por los primeros seis meses del año.
En el nuevo cálculo se muestra que los intereses se elevan entre 0,66 puntos porcentuales (p. p.) y 2,93 p. p. comparadas con las establecidas en el segundo semestre del 2022.
Los intereses máximos son de acatamiento obligatorio tanto para las entidades financieras supervisadas, como para las empresas que se dedican a prestar dinero y no son reguladas, pues así se dictó en la llamada “ley de usura”, norma que rige desde junio del 2020.
¿Por qué suben?
La institución establece, cada seis meses, los topes para los créditos (préstamos de vivienda y tarjetas de crédito, por ejemplo) y microcréditos, tanto en colones como en dólares. La primera publicación de las tasas máximas que rigen en el territorio costarricense se efectuó en julio del 2020, pocos días después de que la legislación se aprobara en el Congreso.
En el 2021 y 2022, las tasas máximas registraban una tendencia a la disminución.
Sin embargo, a raíz de los ajustes acordados por el BCCR en su tasa de política monetaria, para frenar la inflación, se da un traslado al resto de intereses en el sistema financiero costarricense, lo cual influye en las “tasas de usura”.
Esto es así porque para el cálculo de los intereses máximos, el BCCR utilizó el promedio simple de las tasas de interés activas mensuales para los doce meses previos, en este caso, para el periodo comprendido entre enero y diciembre del 2022.
“Los resultados que se publican en esta ocasión presentan incrementos entre 66 y 293 puntos base con respecto a lo divulgado en julio pasado, lo cual es coherente con el comportamiento observado en las tasas de interés en el 2022″, enfatizó el ente emisor, en un comunicado de prensa.
Para los créditos en colones, la nueva tasa tope será de 35,51% en los primeros seis meses de este año, lo cual significa un incremento de 2,1 puntos, frente a los 33,41% del segundo semestre del 2022.
Mientras que, para las operaciones en dólares, el interés anual se estableció en 28,71%, es decir, 0,99 p. p. por encima del 27,72% previo.
La mayor “tasa de usura” será para los microcréditos en colones la cual será de 50,16% en los primeros seis meses de este año, y significa un alza de 2,93 puntos, frente 47,23% del segundo semestre del 2022.
Este tipo de préstamo son aquellos que no superan el monto de 1,5 veces el salario base del oficinista 1 del Poder Judicial, el cual es de ¢462.200. Esto implica que para este año el tope de una operación de microcrédito es de ¢693.300. En el caso de las tarjetas de crédito se aplican las tasas generales.
Para Danilo Montero, director de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), era previsible un incremento en los intereses de estas tasas de referencia porque el Banco Central elevó su tasa de política monetaria de manera significativa durante el año pasado.
“Inevitablemente se iban a presionar las tasas de interés de los créditos al alza y la ‘tasa de usura’ es un promedio de los créditos del mercado”, recalcó.
Montero agregó que, para el segundo semestre de este año, el ajuste continuará en las tasas máximas porque los intereses de los préstamos del mercado financiero aún están en un proceso de ascenso.
De acuerdo con la legislación, el cobro de una tasa de interés superior a las establecidas por el Banco Central se considerará una ventaja pecuniaria desproporcionada, según el Código Penal, que impone una sanción de nueve meses a tres años, o de 30 a 100 días multa, a la persona o empresa que imponga un interés superior al establecido por el BCCR.
“Será responsabilidad de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) velar, mensualmente, por que en ningún crédito que exceda el monto correspondiente a un microcrédito se cobre una tasa superior a la tasa anual máxima de interés para todo tipo de crédito. En caso de determinarse un incumplimiento, la Superintendencia deberá denunciar ese hecho al Ministerio Público”, indica la “ley de usura”.
Esta legislación definió la usura en transacciones crediticias en el cual se exige a los consumidores financieros el pago de intereses desproporcionados que superen el porcentaje calculado por el Banco Central.