La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) acordó, la noche de este jueves 20 de abril, reducir la tasa de política monetaria (TPM) en un punto porcentual, para ubicarla en 7,50%, nivel que rige desde este viernes. Se trata de la segunda disminución consecutiva del indicador.
La decisión se tomó después de que la inflación registrara, en marzo anterior, una nueva disminución y su variación interanual fuera del 4,42%. Dicho resultado se acerca al rango meta inflacionario del BCCR, de entre 2% y 4%.
“La desaceleración sostenida de la inflación refleja el proceso de reversión parcial de algunos de los choques de oferta de origen externo, donde destaca la baja en los costos de transporte, el restablecimiento de las cadenas de suministros y la reducción en los precios de las materias primas”, argumentó la entidad, en un comunicado enviado la noche del jueves.
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Las expectativas inflacionarias, registradas en las encuestas de la entidad, también muestran un comportamiento decreciente.
Analistas financieros, consultores en economía, académicos y empresarios consideraron, en marzo anterior, que este indicador se ubicará en valores del 4,9% y 4,0%, para los próximos 12 y 24 meses, respectivamente. Mientras que, en agosto pasado, la previsión era de 9,5% y 7,0%, en esos mismo plazos.
El BCCR también destacó que la inflación general y la subyacente (excluye precios estacionales) entrarán al rango meta de tolerancia, de entre el 4% y el 2%, antes de los previsto en las reuniones de política monetaria de enero y marzo pasado. En dichas sesiones, la institución informó de que dicho proceso ocurriría a finales del 2023.
“Es altamente probable que continúe la caída de la inflación general en esos periodos (segundo y tercer trimestre) hasta alcanzar valores por debajo del límite inferior del rango de tolerancia, para posteriormente retornar a ese rango hacia finales del 2023″, argumentó en esta ocasión el BCCR.
Por tal razón, la Junta Directiva consideró que existe espacio para propiciar que la postura de política monetaria sea menos restrictiva.
A pesar de su decisión, la entidad reconoce que aún existen riesgos internacionales que pueden elevar los precios, particularmente, los asociados a la intensificación de los conflictos bélicos y geoeconómicos.
“Será de importancia crítica el efecto que finalmente tenga sobre los precios de la energía el recorte anunciado en la producción de petróleo”, señaló la entidad en su comunicado.
El ente emisor comenzó a elevar la TPM, en diciembre del 2021, desde el 0,75% en el cual se encontraba entonces, con el fin de reducir la creciente inflación. La tasa llegó a un máximo del 9% nivel en el cual permaneció durante cinco meses hasta que bajó al 8,5%, a partir del 16 de marzo anterior.
La tasa de política monetaria es una referencia de las tasas de interés en colones que establece el Banco Central y es importante porque tiene impacto en el resto de tasas de interés del mercado, tanto de ahorros como de créditos.
Por último, el BCCR reiteró su compromiso del seguimiento continuo de la evolución de los distintos indicadores macroeconómicos, que le permite adoptar de manera oportuna las medidas de política monetaria necesarias para cumplir con su objetivo de controlar presiones de demanda agregada y, de esta forma, influir sobre la inflación.