En el 2017, el valor de la producción de las empresas en el régimen especial (Zona Franca, principalmente) representaba 10% del total del valor de la producción de Costa Rica. Pero con la pandemia, la actividad ganó terreno y en el 2021 llegó a alcanzar el 15% del total, según información proporcionada por el Banco Central.
Esto obedece a que en el 2020 este conjunto de empresas contrajeron su producción solo un trimestre (mayo, junio y julio) y a partir de ahí se inició un proceso de crecimiento que llegó hasta 31,8% en junio del 2021; luego siguió creciendo, pero a menor ritmo. Contrario al régimen definitivo que cayó de marzo del 2020 hasta febrero del 2021.
Este año la producción del régimen especial se ha acelerado a partir de junio, mientras que la del definitivo se ha desacelerado por lo que el primero continuó ganando terreno.
En nuestro país, la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) administra tres regímenes especiales: Zona Franca, Perfeccionamiento Activo y Devolutivo de Derechos.
Las empresas que producen en Zona Franca reciben exenciones de varios tributos, entre ellos el de renta por un periodo que varía según la ubicación (si se encuentra dentro o fuera de la Gran Área Metropolitana) y la categoría de la empresa, entre otros beneficios a cambio de cumplir una serie de condiciones.
Las empresas en Perfeccionamiento Activo pueden introducir mercancías suspendidas, temporalmente, de impuestos al territorio nacional y el régimen Devolutivo de Derechos permite la devolución de algunos impuestos.
Según información suministrada por Carlos Wong, presidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (Azofras), en nuestro país hay cerca de 412 empresas en el régimen de Zonas Francas. Estas generaron empleo formal e inclusivo (entre directos e indirectos) para 187.820 costarricenses durante el 2020. Además, dijo, se gestaron oportunidades de crecimiento y mejora en la productividad para las empresas locales.
Wong añadió que solo en el 2021, 103 proyectos fueron atraídos por la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), de los cuales 32 corresponden a nuevas empresas y 71 son reinversiones (ya estaban en el país). Esto representa un crecimiento de 30% respecto al 2020. De esas 71 reinversiones, 48 fueron procesos de expansión y 23 procesos de diversificación de sus operaciones.
Crecer en medio de la crisis
El economista Ricardo Monge, presidente de la Academia de Centroamérica, comentó que haber escogido bien el tipo de inversión extranjera directa (principalmente ciencias de la vida y servicios empresariales) ha ayudado a Costa Rica en estos difíciles momentos.
“Si seguimos fortaleciendo los clústeres alrededor de estas actividades y otras con ventajas comparativas como la agroindustria tendremos mejores oportunidades de crecimiento inclusivo). El reto es cómo ligar más a las Zonas Francas con el resto de la economía”, comentó Monge.
Para Pedro Beirute, gerente general de Procomer, la diversificación ha sido clave para poder crecer en medio de una crisis.
“Costa Rica ha logrado superar todos los retos que han generado los últimos años de crisis gracias al modelo de diversificación del sector exportador, tanto de la oferta como de los destinos de exportación. Ofrecemos al mundo más de 4.500 productos y servicios a más de 150 países”, comentó.
Costa Rica cuenta con 51 acuerdos comerciales y goza de condiciones favorables que hacen que el desempeño en los mercados internacionales esté siendo muy positivo, afirmó el representante de Procomer.
Por ejemplo, ofrece una propuesta de valor sólida en materia de talento humano, posee ubicación estratégica que beneficia el nearshoring (relocalización de empresas) y el friendshoring (se invierte en países amigos). También seguridad jurídica, incentivos para inversión extranjera, estabilidad democrática y sostenibilidad, añadió Beirute.
Para Wong, el régimen de Zonas Francas de Costa Rica se ha convertido en un sector fundamental para dinamizar la economía y contribuir al desarrollo del país aún en circunstancias difíciles como las que generó la covid-19.
“Estas empresas son atraídas por las favorables condiciones y la ubicación estratégica de Costa Rica, pero sobre todo por el alto nivel y capacidad de innovación del talento humano”, dijo Wong.
Es un talento humano preparado, con dominio de otros idiomas, con una rápida curva de aprendizaje, y una gran facilidad para absorber nuevas tecnologías y propositivo en la mejora de los procesos, describió el presidente de Azofras.