Róger Madrigal, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), propondrá al Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) evaluar la entrada en vigencia de los fondos generacionales en el Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP), prevista para abril de 2025.
La principal objeción de Madrigal es que la modificación en la composición de las inversiones del ROP podría tener repercusiones en el tipo de cambio y en el mercado de valores.
“Creo que vamos a tener que tener mucho cuidado, llevar esa discusión de nuevo al Conassif porque sí me parece que flaco favor le haríamos al sistema si le metemos un choque de nuevo de valoración o de presiones cambiarias por un cambio regulatorio", argumentó el jerarca del ente emisor, en la sesión de Junta Directiva celebrada el pasado 21 de noviembre.
Madrigal reconoció haber votado en contra de la reforma por los posibles impactos derivados de modificar la composición de los portafolios de inversión administrados por las operadoras de pensiones complementarias (OPC).
Madrigal mostró preocupación, durante la sesión de Junta, de que la normativa aprobada por el Consejo puede inducir a los agentes económicos a tomar decisiones de ahorro inducidas por las nuevas reglas y no la libre decisión de administración de inversiones.
Por su parte, la Superintendencia de Pensiones (Supén), promotora del cambio, aseguró por escrito a La Nación que este año trabajaron con las OPC para abordar los retos de implementar las nuevas reglas en los portafolios de inversión.
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“El cumplimiento del marco normativo vigente es prioridad de la Supén junto con todos los participantes del sistema de pensiones para que este proyecto sea una realidad en abril del 2025″, argumentó la Supén, mediante su oficina de prensa.
El Conassif aprobó los fondos generacionales en diciembre de 2022. Según las nuevas reglas, los clientes serán clasificados por rango de edad, y la estrategia de inversión se ajustará a cada grupo.
Por ejemplo, el ahorro de los afiliados que nacieron antes de 1970 será invertido de manera conservadora porque son personas jubiladas o a punto de pensionarse. Mientras que los trabajadores, aquellos que nacieron a partir de 1990, la estrategia de inversión será más agresivas.
La Supén destacó que el cambio será gradual. Las OPC dispondrán de 18 meses después de la entrada en vigencia de la norma para que cada fondo generacional alcance una composición óptima de activos, según el perfil de cada grupo de afiliados. Desde la creación del ROP, en el 2000, el ahorro de los trabajadores se administra en un único fondo.
Rocío Aguilar, jerarca de la Supén, destacó en abri pasado que el cambio estructural propuesto no solo diferenciará los rendimientos según el grupo etario, sino que también podría incrementar el patrimonio de los trabajadores entre el 5% y el 15% al momento de su retiro. Además, el plan no implica un cambio en las comisiones de administración que cobran las operadoras de pensiones complementarias, manteniendo la tasa máxima actual del 0,35%.
Plazos de inversiones
Hazel Valverde, gerente del Banco Central, alertó en la sesión de la Junta Directiva que la modificación reglamentaria implicará un cambio significativo en la composición de las carteras de inversión administradas por las OPC.
“Eso (el cambio), los tiene en una posición donde tienen la mayoría de las inversiones en cortísimo plazo, para tener la capacidad de ajustarse a los parámetros que establece la regulación ahora (...) van a ser como varios fondos dentro del fondo de pensiones realmente, cada uno de los segmentos que tienen, en relación con las edades de las personas que ahorran”, aseguró Valverde, según consta en el acta 6224.
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Sin embargo, las estadísticas publicadas en el sitio web de la Supén contradicen esta afirmación. Según los datos de octubre, del saldo total de ¢12.044.321 millones administrado por las operadoras, el 33,52% estaba invertido en instrumentos sin fecha de vencimiento, como acciones y participaciones en fondos de inversión locales y externos.
Además, el 21,05% del dinero estaba en títulos valores con vencimientos de entre cinco y 10 años. En inversiones de menos de un año, las operadoras solo tenían invertido el 3,92% del dinero de sus clientes, muestran los datos de la Superintendencia.
El directivo Max Soto opinó que el cambio en los portafolios de inversión, a raíz de las nueva normativa, provocará un choque por la eventual liquidación de inversiones para reestructurar las carteras hacia el corto plazo. En el proceso se daría un aumento en las tasas de rendimiento de los títulos de más largo plazo.
Soto añadió que el movimiento afectaría la rentabilidad de los fondos de pensiones y estaría en contra de la dirección de la política monetaria del Banco Central, según recoge el acta 6224. Por eso, considera que el cambio a fondos generacionales debe hacerse de forma gradual.
Entre tanto, las OPC avanzan en la migración de los recursos del ROP hacia la modalidad de fondos generacionales, ajustando las estrategias de inversión para cada cohorte.