Madrid, 25 may (EFE).- El restaurante "Estik" de Madrid acaba de incluir en su carta una hamburguesa elaborada con el solomillo de buey de la raza Wagyu, conocido como buey de Kobe, y cuyo precio asciende a 85 euros (108 dólares), con lo que se convierte, según sus propietarios, en la "burger" más cara del mundo.
Los propietarios del restaurante, los franceses Fredereric Fetiveau, Karim Chauvin y Antoine Melon, indicaron hoy a EFE que están a la espera de que su hamburguesa sea incluida en el libro Guinness de los Récords.
De esta forma arrebataría el primer puesto a la hamburguesa servida en un establecimiento neoyorquino, el DB Bistro Moderne, elaborada con carne de buey y trufa y cuyo coste es de 56 euros (71 dólares), según recordaron los dueños de "Estik".
La hamburguesa madrileña ha sido degustada por cuatro clientes en la primera semana de su introducción en la carta del restaurante y, según el jefe de cocina, Frederic Festiveau, "han tenido muy buena aceptación".
Festiveau explicó que en la carta de "Estik" un restaurante especializado en carnes el producto estrella era la hamburguesa y, tras introducir diferentes tipos de carne como la de avestruz, bisonte o gacela, se les ocurrió elaborar una hamburguesa diferente.
Para ello, "rompiendo los prejuicios de la comida basura", eligieron la carne más exquisita, la conocida como buey de Kobe, ciudad japonesa en la que se cuida a los animales con cerveza y masajes, pero que actualmente sólo se produce para la exportación en Nueva Zelanda.
Esta carne, muy difícil de encontrar en el mercado, tiene un coste por kilo superior a los 120 euros (153 dólares) y es conocida por su extrema ternura en boca.
Por ello, el jefe de cocina, para evitar la pérdida de textura y de sabor, elabora la hamburguesa en finísimos filetes, en lugar de picarla, y marca brevemente en el fuego para que no pierda jugosidad.
La carne se sirve con un pan especial hecho con amapolas y se acompaña con tomate raf confitado, chalotas compotadas, cebolla roja frita, brotes de lombarda y canónigos.
Sin embargo, ni mayonesa ni ketchup aparecen en este plato, que seguro será imitado, según afirman los propietarios de "Estik". EFE
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