El retiro acelerado del fondo perteneciente al Régimen Obligatorio de Pensión Complementaria (ROP) se convirtió, en menos de tres años, en el plan más elegido por quienes alcanzan la edad para el retiro.
El programa más demandado es el denominado renta a plazo cotizado.
La información de la Superintendencia de Pensiones (Supén) muestra que, en enero del 2021, solo había un jubilado en este plan. Pero, a octubre pasado, eran 29.032 quienes representaban el 58,5% de los 49.602 jubilados.
Este plan de jubilación permite a la persona retirar su ahorro individual, en el mismo periodo de años en que hizo los aportes al Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROP).
Es el tipo de retiro más escogido por las personas porque, actualmente, entrega el monto mensual más elevado al beneficiario, según coincidieron las operadoras de pensiones complementarias (OPC) y la Superintendencia.
A octubre anterior, el promedio de jubilación mensual de quienes escogieron este tipo de retiro era de ¢98.000. Mientras que en la renta permanente, el segundo plan más elegido con 15.328 personas, fue de ¢51.300, según una estimación de La Nación con datos de la Supén.
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La renta a plazo cotizado es un plan temporal que solo puede ser seleccionado por personas que se jubilen entre el 1.° de enero de 2021 y el 18 de febrero de 2030, pues así se estableció en la reforma a la Ley de Protección al Trabajador aprobada en el Congreso en el 2020.
Quienes ya están jubilados pueden optar por esta modalidad, o cualquiera de los otros disponibles, al momento de la renovación del monto de su pensión lo cual ocurre cada 36 meses.
Mayor monto
Los gerentes de tres OPC coincidieron, en respuesta a la consulta de La Nación, en que las personas deciden la modalidad de pensión con base en la cuantía mensual.
“La razón principal para la gran mayoría de los afiliados que solicitan esta modalidad (renta a plazo cotizado) es que representa el monto más elevado de mensualidad”, explicó Róger Porras, gerente general de Popular Pensiones.
La jubilación dependerá del ahorro acumulado por el trabajador asalariado durante su vida laboral y la cantidad de cotizaciones al ROP.
Las personas que tuvieron relaciones de empleo más estables generalmente obtienen un beneficio mayor, a diferencia de quienes enfrentaron periodos de desocupación o informalidad.
Por ejemplo, si alguien contribuyó al sistema por un plazo de 15 años y su ahorro individual es de ¢5 millones, el desembolso del dinero se efectuará en una década y media, es decir, igual al periodo cotizado. A la cuantía mensual estimada por la OPC se le aplicará la rentabilidad promedio de los cinco años previos, lo cual da una cuantía de ¢49.364, según el caso usado en la referencia hecha por Popular Pensiones a petición de este diario.
En contraste, quien cotizó al ROP por 20 años, y acumuló ¢40 millones, la mensualidad será de ¢335.885. Mientras quien efectuó aportes por 21 años y ahorró ¢13 millones, la pensión se proyecta en ¢113.129.
“Este enfoque ha resultado más beneficioso para los afiliados (...) y es menos sensible a las fluctuaciones económicas recientes”, consideró Marco Vargas, gerente general a.í. de BN Vital.
La Superintendencia advirtió, por escrito, que este programa acelera el consumo del saldo en los momentos iniciales de la jubilación, y expone a la persona en el mediano plazo al riesgo de quedarse sin recursos del ROP a edades mayores.
“Cada persona debe analizar cuidadosamente cada opción (de retiro) y comprender lo que el producto implica antes de tomar su decisión no solo en el corto plazo sino también a mediano y largo plazo”, destacó la Supén.
En este aspecto coincidió Héctor Maggi, gerente general de la OPC de la Caja Costarricense de Seguro Social, pues el retiro a plazo cotizado brinda un monto mensual mayor. Sin embargo, el cliente asume el riesgo de la longevidad, porque vive más años, pero se consume el dinero del ROP para la edad más adulta.
Maggi dijo que esta modalidad puede resultar más atractiva ahora, pero le hará falta al pensionado después de los 85 años, cuando se requiere más asistencia médica y de cuidados.
La Superintendencia recalcó que cada persona tiene la libertad de seleccionar la modalidad de retiro. Pero las operadoras tienen la responsabilidad, como asesoras del jubilado, de explicar ampliamente los riesgos de cada decisión.
Previo a la reforma del 2020, el plan de renta permanente era el que brindaba la mayor cuantía a los jubilados. En esta modalidad, la persona solo recibe las ganancias obtenidas de las inversiones del ROP, y el monto principal se hereda a los beneficiarios.
Este programa de retiro es muy beneficioso cuando las rentabilidades de las inversiones del régimen son muy altas. De hecho, eso permitió a los beneficiarios obtener una pensión mensual promedio de ¢125.265 antes del 2022, según la Supén.
Sin embargo, al generarse minusvalías en las inversiones el año pasado, cuando se actualizaba el cálculo de la pensión, la cuantía promedio se redujo a ¢45.000.
Para mitigar el efecto negativo en los pensionados, la Superintendencia dictó el año pasado que el monto de la jubilación se hiciera tomando en cuenta la rentabilidad de las inversiones de los últimos 36 meses, en vez de 12 meses, como se hacía previamente.