Róger Madrigal, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), considera que las autoridades de supervisión del sistema financiero deberían efectuar una evaluación de las actuales reglas para el otorgamiento de crédito en dólares a deudores con ingresos en colones.
La preocupación del jerarca se fundamenta en el fuerte incremento del financiamiento en moneda extranjera. A mayo pasado, el saldo de préstamos en dólares registró una variación interanual de 11,9%, mientras que la proyección del BCCR es de un incremento del 7% para este año.
De acuerdo con un publicación de La Nación, este jueves 27 de junio, la baja en el tipo de cambio y los márgenes de tasas de interés mueven a muchos clientes bancarios hacia el financiamiento en dólares. Gran parte de estas operaciones se otorga a no generadores de divisas.
LEA MÁS: Baja en el tipo de cambio impulsa los créditos en dólares
“El crecimiento del crédito en dólares es un tema de política pública tanto del Banco Central como de las entidades de supervisión. Requerimos una revisión para evaluar la efectividad de las medidas sobre agentes con riesgo cambiario y los que poseen cobertura cambiaria”, explicó el funcionario, el jueves 20 de junio, en una conferencia de prensa posterior a la reunión de política monetaria que sostuvo la Junta Directiva.
Madrigal cree que hay deudores mal aconsejados que creen que no hay riesgo cambiario en Costa Rica. “Hay riesgo cambiario. Recientemente, en un periodo muy corto entre abril e inicios de junio, hubo una variación cercana al 7% en el tipo de cambio; luego se devolvió, pero es la variabilidad”.
Dijo que en Costa Rica el tipo de cambio tiene mucha influencia externa, por ejemplo, en el precio de los combustibles, lo cual puede tener impacto en los deudores, especialmente si carecen de cobertura.
En enero pasado, durante la presentación del Informe de Política Monetaria, el funcionario presentó datos donde el crecimiento de los préstamos en dólares alcanzó el 11,1% en el 2023. Sin embargo, el emisor explicó que para este año la previsión del BCCR era que este aumento se moderara a 5% y que la tendencia a la baja continuara para 2025, a 3%.
La desaceleración se proyectó con base en dos factores, principalmente. Uno de ellos es el efecto base de la recuperación, pues en 2023 se creció a tasas muy altas, lo que incide en la operación comparativa para este año.
El otro fueron las regulaciones bancarias pues exigen un análisis más exhaustivo por parte de las entidades financieras cuando las personas interesadas en solicitar créditos en la divisa no tienen cobertura natural o financiera de sus ingresos en moneda extranjera.