Durante el año que concluye entraron en circulación en Costa Rica 13.500 autos nuevos, 3.000 más que en 1999 y casi una cuarta parte de ellos de marcas poco conocidas en el país.
Precisamente, los importadores pretenden consolidar aquí, a mediano plazo, la tendencia a comprar vehículos de marcas menos comunes en el mercado tico.
Sus representantes comentaron que el abanico de opciones se ha abierto en los últimos años, principalmente; con ello, el consumidor costarricense ha debido afinar su instinto comprador.
Así, en el mercado es posible adquirir vehículos nuevos fabricados en Rumania, Malasia, Corea del Sur y otras naciones que pretenden competir con los tradicionales modelos japoneses, los cuales acaparan cerca del 75 por ciento de la plaza.
Además, están de regreso algunas marcas que en tiempos pasados tuvieron representación en el país.
Reto a la tradición
Cambiar las preferencias del público resulta difícil, reconoce Luis González, presidente de Casa de Autos, empresa que desde marzo anterior representa en Costa Rica la marca Protón, de Malasia.
Tras 21 años de estar en el negocio de los autos usados, González decidió buscar la representación de una marca.
Sin embargo, según se desprende de las cifras, ese proceso demorará algún tiempo, debido a que la adquisición de carros usados no deja de ser significativa. A lo largo del 2000 han ingresado con el país casi 45.000 vehículos de esas condiciones.
González considera que el posicionamiento de una marca se puede lograr mediante buenos precios, calidad y respaldo, y es consciente de que en el pasado algunas distribuidoras generaron temor entre los clientes al abandonarlos sin previo aviso.
Esa es la diferencia que ha dado el liderazgo a las dos marcas más vendidas en el país (Toyota y Nissan), asegura Ana Lucrecia Vargas, gerente de mercadeo de Nissan.
"En realidad, es muy poco el mercado que nos ha desplazado las nuevas marcas, ya que la gente sabe que el carro no es una inversión con la que se pueda arriesgar", dijo Vargas.
La representante de Nissan considera que el posicionamiento de su marca es producto de décadas de respaldo y servicio al cliente, lo que ha llevado a que, entre Nissan y Toyota logren copar al menos un 75 por ciento de la venta de vehículos nuevos en el país.
Desde Rumania
A pesar de esa ventaja de Nissan y Toyota, Fernando Cruz, presidente de la empresa importadora Automotores Europeos, decidió demostrar que en el caso de otros carros también pueden ofrecer buena garantía.
Automotores Europeos representa a Dacia y Aro, ambas de origen rumano. Los primeros son automóviles y pick up , mientras los segundos vehículos de doble tracción o 4x4.
Cruz asumió el reto hace dos años y medio, y asegura que, después de un duro inicio, hoy su firma coloca un promedio de 22 automotores por mes y, además, ya sostiene negociaciones para traer otra marca de origen europeo con cierta presencia en el país.
El empresario cree que los precios asequibles (desde ¢3,2 millones) y la regularidad en la importación de repuestos que ha demostrado, le ha abierto el mercado, aunque paulatinamente.
Aseguró que para brindar aún más respaldo a sus compradores, la empresa cuenta con mecánicos rumanos entrenados en las mismas fábricas y un taller especializado en las marcas que distribuye.
Cruz explicó que ofrecen dos años de garantía o 50.000 kilómetros.
En el caso de los de doble tracción, su estrategia de mercadeo va a las zonas rurales e, incluso, está por abrir una agencia en Ciudad Quesada, San Carlos.
Los interesados en comprar carro nuevo cuentan también con una opción un tanto diferente, pero que, según sus promotores, no constituye riesgo alguno.
Se trata de importadores que no han asumido directamente la representación de una marca, sino que compran vehículos a los fabricantes, sin que ello implique exclusividad en su distribución.
Automotores Superiores trabaja de esa forma y actualmente trae autos nuevos de doble tracción Galloper Hyundai desde Corea.
Según explicó Marco Guevara, encargado de una de las sucursales de la empresa, han logrado aumentar su presencia en el mercado tico.
Por su parte, Veinsa S.A., reconocida por su representación de Mitsubishi en el país, distribuye también el Galloper.
José Pablo Salas, jefe de ventas, reconoció que deben compartir el mercado con ese tipo de importadores, pero cree que en la decisión final del comprador influye el respaldo ofrecido.
En promedio, un Galloper tiene un costo de $27.000 (¢8,5 millones).