Taller 3R atribuyó sus dificultades financieras al Instituto Nacional de Seguros (INS) y a las secuelas provocadas por la pandemia de la covid-19. La firma pidió la protección judicial en el Juzgado Concursal para evitar la liquidación y preservar los empleos de sus trabajadores.
En el expediente 25-000048-0958-CI, del cual tiene copia La Nación, consta que el Grupo Corporativo Tres Erres Holding Sociedad Anónima promovió la solicitud, el pasado 14 de marzo, pues es la entidad que integra a todo el grupo económico. En la petición también figuran Tres Erres Sociedad Anónima, Reyva Sociedad Anónima y REM Sociedad Anónima.
“La insuficiencia patrimonial (...) es actual e inminente”, se lee en el expediente.
El Juzgado Concursal dirige y supervisa procesos de insolvencia de empresas o personas físicas que no pueden cumplir con sus obligaciones financieras. Los deudores solicitan protección legal para negociar con sus acreedores. Si no se logra una reestructuración, el juez ordena la liquidación de los bienes.
Según el Taller 3R, sus dificultades se originan por las tarifas que pagan las aseguradoras por reparaciones de vehículos, las cuales son determinadas por el INS como actor dominante del mercado.
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Manuel Briceño, abogado que presentó la solicitud concursal, manifestó que las tarifas actuales del INS no generan ganancia para la empresa y, además, están desactualizadas.
“El costo de venta se come la ganancia que podría llegar a tener la empresa. Al tener un costo de venta elevado, las ganancias son menores. Por lo tanto, esto va a afectar la liquidez de la empresa”, afirmó Briceño.
El abogado indicó que el taller ha tenido que asumir las diferencias. Según el expediente, en noviembre de 2023, la tarifa promedio ponderada por hora del INS era de ¢18.262,63, similar a la de septiembre de 2016.
Ante una consulta de La Nación, el INS señaló que no mantiene relación contractual con el Taller 3R para la reparación de vehículos y que la única vinculación existente es para la confección de avalúos.
El Instituto expresó que no monopoliza el mercado de seguros de vehículos en el país y que existen otras aseguradoras que operan en esta línea de negocio. Además, indicó que paga las tarifas más altas del mercado por los servicios de reparación.
El INS agregó que la empresa presentó quejas; sin embargo, indicó que las condiciones contractuales no ponen en riesgo la sostenibilidad financiera de los proveedores.
El segundo factor que aceleró el deterioro, según Taller 3R, fue el impacto de los dos años de pandemia. De acuerdo con la empresa, la menor circulación de vehículos producto de la restricción vehicular durante la crisis sanitaria provocó una disminución marcada en el volumen de trabajo.
La caída en la demanda generó “pérdidas de centenas de millones para la empresa”, lo que obligó al cierre de dos operaciones y redujo la planilla de 250 a 185 colaboradores. Posteriormente, esta cifra continuó disminuyendo hasta ubicarse entre 125 y 150 empleados.
Taller 3R afirmó que actualmente cuenta con un volumen de trabajo importante, muy similar al que tenía antes de la pandemia. No obstante, destaca que la afectación en el flujo de caja por factores externos y el endeudamiento a corto plazo, con intereses elevados, generan una falta de liquidez.
Respecto a los acreedores, que son 15, Briceño manifestó que, al someterse al proceso, estos no pueden perjudicar patrimonialmente a la empresa mientras se admite el concurso.
Estrategia
El abogado afirmó que se planea convertir la compañía en una empresa más corporativa y aplicar una nueva estrategia financiera para salvaguardarla. El proceso concursal está en etapa de admisión.
“Cuando presentamos el concurso, la empresa por sí misma ya había tomado bastantes medidas”, dijo Briceño. La compañía realizó una reestructuración de personal e impulsó su negocio a través de promociones.
También proyecta posicionar un modelo de negocio denominado Rapifix, mejorar la productividad operativa, incrementar las ventas para elevar la rentabilidad, establecer alianzas estratégicas con otras compañías y fortalecer su imagen.
En los últimos años, la firma cerró cuatro talleres como medida de contingencia y trabajó en la reducción de costos operativos y administrativos.
De acuerdo con el expediente, las medidas implementadas han generado una mejora en los resultados operativos y administrativos. Sin embargo, señalan que “el peso de la carga financiera no nos permite salir avante, por lo que buscamos una forma de generar el oxígeno necesario para el crecimiento que proveemos”.
