Todos los trabajadores independientes deben inscribirse ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y cancelar el seguro correspondiente para acceder a beneficios como el seguro de salud, pensión por vejez y protección en caso de invalidez o fallecimiento, así como a beneficios fiscales, tales como exoneraciones del impuesto sobre la renta o del impuesto sobre el valor agregado (IVA).
La fecha límite para realizar este trámite es el próximo 8 de mayo, según el Transitorio II de la Ley de trabajador independiente aprobada en el Congreso en 2023.
Según explicó Silvia González, socia de Impuestos y Legal de la firma Grant Thornton, el proceso puede completarse mediante la Oficina Virtual de la CCSS o presencialmente en sus instalaciones.
La no inscripción de los trabajadores independientes, antes de esa fecha, podría generar la prescripción de 10 años de deudas, tanto las pasadas como las futuras. Es decir, las cuotas les serán cobradas hasta diez años después de que se produjeran, según la firma de abogados especializada en temas tributarios.
Las personas deben registrar sus datos personales y estimar su ingreso mensual con respaldo documental, como facturas o declaraciones del Impuesto sobre la Renta (ISR), a fin de que la Caja determine el monto mensual a cancelar.
González aclaró que existe una base mínima contributiva, según la cual los trabajadores por cuenta propia deben reportar ingresos mensuales iguales o superiores a ese umbral (que ronda los ¢300.000) para acceder al Seguro de Salud. Quienes no alcancen ese monto pueden solicitar la suspensión del seguro.
Mario Ramos, director general de Tributación, explicó a La Nación que la inscripción ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) debe realizarse de forma simultánea con la correspondiente ante la Dirección General de Tributación (DGT) del Ministerio de Hacienda.
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Este procedimiento permite a los trabajadores acceder a beneficios fiscales, como aplicar créditos del IVA o recibir exoneraciones de este impuesto y del de renta. Para ello, Tributación verifica que las personas estén al día tanto con sus obligaciones tributarias como con los pagos ante la CCSS.
“En caso de que un trabajador independiente se inscriba tardíamente ante la CCSS, por requerimiento de esa misma institución, también, deberá inscribirse ante la DGT. Las sanciones que se cobran por una inscripción retroactiva ante Tributación, corresponden a medio salario base por cada mes de inscripción tardía, hasta un máximo de tres salarios base (en este momento este salario corresponde a ¢462.200)“, explicó Ramos.
Además, deberá presentar las declaraciones de impuestos omitidas, pagar una multa de medio salario base por cada una presentada fuera de plazo y cubrir los tributos e intereses generados por los ingresos obtenidos en sus actividades económicas.
No inscribirse podría costarle una prescripción ampliada en sus deudas
González señaló que, anteriormente, un porcentaje significativo de trabajadores no estaba inscrito ante la CCSS. En ese entonces, la prescripción para que la institución cobrara las cuotas adeudadas, con sus respectivos intereses, era de diez años.
Sin embargo, la normativa más reciente modificó esta condición y, con el objetivo de incentivar la regularización de trabajadores omisos, estableció un periodo de gracia con una prescripción reducida a cuatro años.
No obstante, si la persona no se inscribe dentro del plazo transitorio previsto por la ley, y la CCSS procede a registrarla de oficio mediante cruces de información con la Administración Tributaria, se le aplicará nuevamente la prescripción de diez años.