Una característica de las reformas fiscales de los últimos 25 años es que las leyes aprobadas sanearon la situación por un tiempo, pero luego la situación financiera del Gobierno volvió a empeorar.
Para la exviceministra de Hacienda, Edna Camacho, y el exministro Leonel Baruch, este es un riesgo que también se corre con el presente plan de reforma.
La actual propuesta está integrada por varias leyes, entre la que destaca el Proyecto de Ley de Solidaridad Tributaria, un compromiso de restricción de gasto pero sin ninguna reforma, y un esfuerzo por mejorar la recaudación en un monto equivalente a 0,25% de la producción por año.
Camacho señaló varias razones por las cuales el déficit puede volver a crecer.
Una de ellas es que se está “reprimiendo” gasto que en algunos casos es necesario, como la inversión; otra es que hay previsto un aumento en el gasto de educación al 8% del PIB en el 2014 y la tercera es que no se han resuelto problemas estructurales que hacen inflexible el gasto.
“Tal vez una forma de ir previniendo eso, es que una mala gestión (de un ministro de Hacienda) tenga una sanción, aunque sea la inhibición futura del ejercicio de un puesto público, en lugar de convertirlo en una premiación dando un puesto de gerente en un banco público (en referencia al exministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga, actual gerente de Bancrédito)”, señaló Baruch.
¿Cómo evitar que pase lo mismo? La respuesta del ministro de Hacienda, Fernando Herrero, es que todos deben poner de su parte. “Por ejemplo, la Asamblea no debe aprobar proyectos que impliquen gastos sin definir, a su vez, la fuente de financiamiento, y el Gobierno debe continuar su lucha frontal contra la evasión, el contrabando y el fraude fiscal”, comentó.
En los últimos 25 años se aprobaron 14 leyes relacionadas con impuestos, según un recuento de la firma Deloitte. Las más fuertes se aprobaron tras un crecimiento importante en el déficit.