Jerusalén, 1 ene (EFE).- Israel ha cerrado el balance del año 2004 con una recuperación del crecimiento económico después de una grave recesión de más de tres años, debida en gran medida a la sangrienta crisis con sus vecinos palestinos en Cisjordania y Gaza.
La Oficina Central de Estadísticas (OCE) informó al comenzar el nuevo año 2005 que el nivel de vida per cápita aumentó durante el 2004 en un 3,5 por ciento, después de un descenso constante desde el primer año de la "Intifada" palestina, que comenzó a fines del 2000.
Asimismo, creció el producto bruto nacional, subió el salario real de los trabajadores y se redujo en casi un 0,8 por ciento el porcentaje del desempleo, del 10,9 por ciento al 10,1 por ciento.
Esto último, a costa de la expulsión de decenas de miles de trabajadores extranjeros ilegales, significó el ingreso de 100.000 desempleados israelíes al sector industrial y comercial.
En el sector público, en cambio, un drástico plan del ministro de Hacienda, Benjamín Netanyahu, redujo el número de funcionarios y en centenares de millones los gastos del Estado, gran parte de ellos subsidios a vastos sectores de la población que, como le critica la oposición, han quedado ahora "a las puertas de la miseria".
"No más subsidios, hay que ir a trabajar", es el lema de Netanyahu, también empeñado en reducir el impuesto a los réditos para aumentar la producción y estimular las inversiones, así como a privatizar las empresas estatales, entre ellas los puertos.
Los trabajadores que tengan un ingreso mensual por debajo de los 4.000 "shékels" (unos 900 dólares) no pagarán más impuestos a los réditos desde la próxima semana, según una disposición de Hacienda que favorece a decenas de miles de asalariados, e indirectamente a la industria y al comercio al mejorar su poder adquisitivo.
En la balanza de comercio, Israel terminó el año con superávit, y se repuso la estabilidad monetaria: no existe inflación y descendió el interés bancario a su nivel más bajo en la historia israelí.
Según Netanyahu, el plan, "que salvó a Israel de caer al abismo", seguirá dando buenos frutos en este nuevo 2005 y paulatinamente su bonanza también llegará a las clases más pobres, las primeras perjudicadas al perder diversos subsidios estatales. EFE
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