Bruselas. El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, tiene previsto conversar este viernes 4 de abril con sus homólogos estadounidenses, con el objetivo de insistir en la necesidad de mantener el diálogo y buscar una salida negociada a los aranceles generalizados del 20% que el presidente Donald Trump anunció para todas las importaciones procedentes de la Unión Europea.
Estas nuevas tarifas se suman a los gravámenes previamente establecidos sobre el acero, el aluminio y los vehículos.
“Los aranceles injustificados inevitablemente resultan contraproducentes”, escribió Sefcovic en una breve reacción difundida en redes sociales horas después del anuncio de Trump.
Sefcovic ha mantenido un contacto constante con Estados Unidos desde el inicio de la disputa arancelaria, según fuentes comunitarias. No obstante, solo han trascendido dos llamadas telefónicas y dos viajes a Washington, donde se reunió con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el responsable comercial, Jamieson L. Gree.
El último viaje, de apenas 24 horas, se produjo la víspera de que Trump anunciara los aranceles al sector del automóvil.
“Actuaremos con calma, cuidadosamente y de forma unificada, mientras calibramos nuestra respuesta”, ha argumentado el político eslovaco, quien ha querido poner el acento en que de este modo se dará “el tiempo necesario para las negociaciones”.
El comisario, quien representa a los Veintisiete en materia comercial por ser una competencia de Bruselas, advirtió que la Unión Europea “no se quedará de brazos cruzados si no se logra un acuerdo justo”.
En este contexto, se comprometió a dedicar “24 horas al día” a este asunto para brindar “todas las oportunidades posibles” al diálogo y alcanzar un acuerdo “justo para todos”. Mientras tanto, continúan los preparativos de contramedidas “firmes y proporcionadas”, aunque desde Bruselas insisten en que para la Unión Europea las represalias no son un objetivo en sí mismas, sino un mecanismo de presión para avanzar en la negociación.
“No se trata de aumentar las tensiones. Se trata de proteger responsablemente a nuestras empresas, empleos y consumidores del daño que causarán estos aranceles”, argumentó Sefcovic, refiriéndose a las tarifas preparadas como respuesta a las primeras medidas impuestas por Trump contra el acero y el aluminio.
Según los primeros cálculos de los servicios comunitarios, esa primera ronda contra el acero y el aluminio europeo afecta a un volumen de exportaciones de la Unión Europea a Estados Unidos de €26.000 millones que permitirían sumar a las arcas norteamericanas €6.500 millones en recaudación de aranceles (25%).
Si a ese primer impacto se suman otros €16.000 millones por la potencial recaudación de los aranceles al automóvil y componentes (25%) y €58.000 millones por la última ronda masiva anunciada este miércoles para todas las producciones europeas (20%), el resultado es que Washington recuperaría cada año unos €81.000 millones.
Fuentes comunitarias admiten que supondría un “enorme salto” con respecto a los €7.000 millones que Estados Unidos gana en aranceles de las importaciones europeas, pero advierten, no obstante, de que estas cuentas se basan en los volúmenes actuales de negocio (€370.000 millones en exportaciones europeas) que difícilmente se mantendrán con las barreras comerciales en vigor.

Los 27 discutirán las medidas el 9 de abril
Aún sin conocer los detalles de las medidas que está evaluando Bruselas, los servicios comunitarios elaboran una lista de productos estadounidenses a los que se aplicarán aranceles a partir del 15 de abril, como represalia a las tasas del 25% que Washington ya impone al acero y al aluminio.
Este paquete, con un impacto potencial de €26.000 millones, será discutido por los ministros de Comercio europeos el próximo lunes en una reunión extraordinaria en Luxemburgo y sometida al voto de los 27 dos días después.
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En la votación participan técnicos de los 27 pero sólo podrían parar los aranceles si se formara una mayoría en contra de al menos 15 delegaciones que representen al menos al 65% de la población.
El objetivo es que el paquete entre en vigor el 15 de abril, aunque fuentes comunitarias precisan que el listado elaborado en crisis anteriores se aplicará de inmediato (con un valor de €8.000 millones), mientras que la recaudación del segundo bloque se demorará hasta mayo, ya que la Unión Europea debe cumplir con los procedimientos establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
De manera separada, el Ejecutivo comunitario debe “calibrar” la respuesta “fuerte y proporcionada” con la que el bloque responderá a los aranceles que Trump defiende como “recíprocos” y que justifica como una reacción a políticas como la del IVA en los países de la UE.
Fuentes comunitarias sostienen que todas las opciones están sobre la mesa, pero han evitado aclarar si explorarán nuevos aranceles o se baraja activar por primera vez el mecanismo contra presiones económicas de terceros países hasta conocer los detalles del envite de Trump.
Países como Francia han sugerido ya que esta represalia anticoerción apuntará a sectores clave para Estados Unidos como los servicios digitales para tasar a las grandes plataformas.