Roma (AP). Más de 100.000 mujeres firmaron una petición para ser difundida hoy en la que se declararon ofendidas por el primer ministro Silvio Berlusconi, como parte de una iniciativa lanzada por un diario después de que el primer ministro hizo un comentario sexista sobre una política de oposición.
Berlusconi, que está en el ojo del huracán por sus líos con jovencitas, hizo su comentario durante una llamada telefónica en un programa de entrevistas a comienzo de octubre en el que participaba, entre otros invitados, Rosy Bindi, una ex ministra de 58 años que suele vestirse de forma recatada, usa lentes y tiene canas.
“Usted es siempre más bella que inteligente”, le dijo Berlusconi. Bindi le respondió: “No soy una de esas mujeres a su disposición”.
Las declaraciones de Berlusconi causaron indignación y llevaron a que tres importantes intelectuales italianas redactaran un manifiesto feminista en el que afirman que el primer ministro utiliza el cuerpo de las mujeres para sus fines políticos, degradando al sexo femenino y la democracia.
El diario de izquierda “La Repubblica”, uno de los principales encargados de exhibir los escándalos sexuales del primer ministro, organizó la petición y reportó que más de 100.000 mujeres habían participado en ella. “La Repubblica” ha sido demandada por Berlusconi en otras ocasiones.
Muchas de las participantes enviaron sus fotografías al sitio de Internet del diario con la frase “Ofendida por el primer ministro”.
Los enredos de Berlusconi y las mujeres comenzaron hace meses cuando su esposa anunció que se divorciaba de él, pues el primer ministro había asistido al cumpleaños de una modelo de 18 años y por su decisión de promover a ex bailarinas desnudistas como candidatas al Parlamento Europeo.
Después varias mujeres, incluyendo una prostituta, revelaron que un asociado de Berlusconi les había pagado para asistir a fiestas en las casas del primer ministro. El asociado, que está siendo investigado por un caso independiente de corrupción, ha declarado que Berlusconi nunca supo que se les había pagado a las mujeres.
Berlusconi niega pagarle a mujeres para tener sexo y denuncia lo que afirma es un campaña de los medios para descalificarlo; aunque ha reconocido que no es un santo y que ama a las mujeres hermosas, de cualquier manera, el primer ministro insiste que los italianos lo quieren así.