El Mundo

70 años de visitas célebres: Reyes de España, ¡Abran paso a su majestad!

Costa Rica nunca ha sido casa de monarquías, pero en ocho ocasiones rindió pleitesía a la corona española

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El Príncipe Felipe de Borbón –hoy rey de España– visitó Costa Rica por primera vez en 1998 para asistir al traspaso de poderes entre José María Figueres Olsen y Miguel Ángel Rodríguez Echeverría.

Las últimas horas del mandato presidencial de José María Figueres, en mayo de 1998, no fueron precisamente foco de atención por su propio conteo regresivo, sino por quien lo acompañaba en el epílogo: el príncipe Felipe de Borbón y Grecia.

Aquella era la primera de cinco ocasiones en que el heredero del trono español pisaba tierras ticas, y su vista era todo un acontecimiento entre las páginas de La Nación.

El Príncipe de Asturias había sido designado tres años antes como representante en los actos oficiales de Iberoamérica por su padre, el entonces rey Juan Carlos.

Sus padres habían cruzado el Atlántico para visitar Costa Rica tan solo en dos ocasiones: en 1977 y en 1991. Luego, regresaron en el 2004 para asistir a la XIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.

Sin embargo, a sus 30 años, Felipe de Borbón estaba listo para mostrar al pueblo tico el carisma por el que tantas veces se le ha reconocido.

El traspaso de poderes de Figueres a Miguel Ángel Rodríguez fue la excusa perfecta que el ahora rey de España comenzara a estrechar lazos entre ambas naciones.

El 7 de mayo, el propio Figueres pasó a recoger al príncipe al hotel Herradura y condujo hasta el Teleférico del Bosque Lluvioso, enclavado en La Unión de Guápiles, en la provincia de Limón.

70 años de visitas célebres: Príncipe Felipe de Borbón, ¡Abran paso a su majestad!

"Fue un día muy conmocionado. Había mucha emoción por recibir a alguien con tanta fama; no todos los días se recibe a un príncipe", recuerda Allan Rodríguez, ahora jefe de guías turísticos del teleférico.

Aunque el funcionario hace hincapié en que los riesgos de seguridad en aquella época no eran tan serios como los de hoy, ese día había una lista con los nombres de las únicas personas autorizadas para el ingreso.

En la entrada, donde él aguardaba a la comitiva, se hizo un proceso de revisión "relativamente sencillo" a los funcionarios del teleférico, a los del Gobierno y a los miembros de la embajada de España.

La impresión que hasta hoy guarda en su mente de Felipe de Borbón es la misma que tendrán muchos de los ticos que se acercaron al hotel, a la entrada del Teatro Nacional y a las afueras del Estadio Nacional para ver con sus propios ojos, lo más cerca posible, a un miembro de la realeza.

"El señor muy alto –tiene 2 metros de estatura– y nosotros muy bajitos", admite entre risas. "¡Y Figueres chiquititillo!".

Tras adentrarse en el Braulio Carrillo, el príncipe fue trasladado hasta el InBio, donde un árbol fue bautizado Lonchocarpus felipei en su honor.

"Me siento muy honrado. Ya tengo un familiar más", bromeó el Príncipe de Asturias.

La de 1998 sería la primera de cinco visitas que ha hecho hasta ahora el hoy monarca español.

Desde entonces, ha asistido a todos los traspasos de poderes. En cada uno de ellos fue ovacionado por el público presente, piropeado por las multitudes de damas y protagonista de curiosos episodios de la historia tica.

En el 2002, para la toma de posesión de Abel Pacheco de la Espriella, el príncipe acudió a cenar hasta su casa para llevarle el acostumbrado mensaje de felicitación del entonces rey Juan Carlos.

"El ambiente familiar en la residencia de Pacheco ha sido muy acogedor y su hospitalidad ha sido muy agradable", comentó, en sus acostumbradas cortísimas declaraciones a la prensa.

Por su parte, Pacheco lo calificó como un "hombre muy brillante, muy cálido y muy amigo nuestro, un hombre que estima nuestro país y que aprecia las luchas de Costa Rica".

70 años de visitas célebres: Príncipe Felipe de Borbón, ¡Abran paso a su majestad!

A la salida de una reunión que el príncipe sostuvo en la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), entre decenas de personas que habían llegado para conocerlo, Felipe de Borbón se topó a María Elena Zamora, seguidora suya. Desde los 10 años, ella había recopilado un álbum de recortes de prensa que incluía, entre otras fotografías, imágenes de las visitas de los reyes de España a Costa Rica.

En el 2006, por ejemplo, cuando acudió a suelo nacional para presenciar el traspaso de poderes a Óscar Arias, Felipe de Borbón cerró la boca a más de uno. En esa ocasión, siendo la autoridad europea de mayor rango presente en el cambio de gobierno –además de Javier Sandomingo Núñez, embajador de la Unión Europea para Centroamérica–, abordó un autobús que lo trasladó desde el hotel Herradura hasta el Estadio Nacional, junto a los demás miembros de las delegaciones. Sí, en un bus y no en una limusina ni un carro particular de la embajada.

"De hecho, se lo observó conversando amenamente con otros pasajeros", informó la periodista Doriam Díaz.

Para su siguiente visita, en el 2010, el príncipe fue mucho más distante y reservado que en las anteriores ocasiones. No programó visitas a escuelas ni comunidades y fue el único ausente en al almuerzo que ofreció para las delegaciones la presidenta entrante, Laura Chinchilla. Ese día, Felipe de Borbón se quedó en su hotel.

La de mayo del 2014, cuando el actual presidente Luis Guillermo Solís asumió la banda presidencial, sería la última visita en calidad de príncipe, pues un mes más tarde, Felipe de Borbón y Grecia asumiría la corona real.

Tenía ya mucha más experiencia en este tipo de eventos que en 1998, cuando conoció Costa Rica, pues para entonces había asistido a 58 traspasos de poderes alrededor del mundo, informó La Nación.

La exprimera dama Karen Olsen, recibió a Felipe de Borbón en el aeropuerto. El día del traspaso, el príncipe conversó amenamenta con la nueva primera dama, Lorena Clare, y sus amigas.

Jovial como siempre, con lo que la periodista Alejandra vargas calificó como un "encanto bien entrenado", un día antes del cambio de mando, el Príncipe de Asturias desayunó con el presidente electo, quien sí hizo gala de su humor. "Duermo todos los días con España", bromeó Solís, en referencia a su compañera sentimental, la española Mercedes Peñas.

El mismo chiste atravesó la mente de la mandataria saliente, Laura Chinchilla. "¿Ya le contaron que vamos a proponer un cambio en la Constitución Política de Costa Rica para que diga que los presidentes deben estar casados con un español?", expresó al recibir al Príncipe en su último día en Casa Presidencial. Ella está casada con el también espaol José María Rico.

"En un recorrido en Casa Presidencial, el hijo del rey Juan Carlos capturó la atención de las funcionarias de Presidencia. Los piropos y exclamaciones de ¡qué alto!, así como una lluvia de fotografías, lo custodiaron a la salida. Incluso una señora tuvo la osadía de tomarlo del brazo, mientras la escolta de seguridad del príncipe tuvo que respirar profundo", reseñó la periodista Daniela Cerdas.

A Felipe de Borbón Costa Rica siempre le ha visto solo, sin su esposa Letizia Ortiz ni sus hijas Leonor y Sofía.

Ahora resta menos de un año para el próximo cambio de mando tico. Podría ser que Costa Rica vuelva a recibir en sus entrañas a un rey.

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