Washington. El mal de Alzheimer, tema de un congreso en Washington a partir de este domingo, es una demencia neurodegenerativa, esto es, una alteración progresiva de ciertas funciones intelectuales como la memoria, el razonamiento, el lenguaje o la capacidad de pensar.
La enfermedad, descrita por primera vez en 1906 por el neurólogo alemán Alois Alzheimer, afecta tanto a hombres como a mujeres, generalmente luego de los 65 años, aunque bien puede aparecer a los 30 años.
Las personas afectadas presentan dos tipos de lesiones en la corteza cerebral. Por un lado, aparece la formación progresiva de placas seniles, consistentes en depósitos de substancia amiloidea que provoca la muerte de las neuronas (células nerviosas).
Por otra, la degeneración de las neuronas, que se llenan de filamentos patológicos en su interior, termina provocando la muerte de miles de ellas.
Se desconocen las causas de esta enfermedad, aunque diversas teorías afirman que podría tratarse de una afección genéticamente condicionada, sin descartar la interacción del factor ambiental.
En Estados Unidos esta enfermedad avanza a pasos acelerados.
Según estadísticas publicadas por la Asociación estadounidense de Alzheimer, más de cuatro millones de estadounidenses sufren este mal y la cifra podría alcanzar a 14 millones en unos 50 años.
Las cifras son un reflejo del aumento en las expectativas de vida, ya que la enfermedad se caracteriza por afectar principalmente a los mayores de 65 años.
El mal está comenzando a atacar a los hijos del baby-boom, generación nacida a partir de la post-guerra hasta mediados de los años 50.
Según la asociación, si no se descubre un tratamiento, el número de casos en Estados Unidos podría duplicarse de aquí a 2030 y más que triplicarse de aquí al 2050, llegando a los 14,3 millones de afectados.
Medidas a tomar
Como medidas preventivas, los especialistas recomiendan el tratamiento de la hipertensión, la gimnasia intelectual para retrasar la aparición de síntomas, los suplementos de vitamina E y en el caso de las mujeres el consumo de estrógenos luego de la menopausia o en su defecto masculino, la andropausia y los ejercicios tales como las caminatas y los aeróbicos. Una vez adquirida, la enfermedad es irreversible, aunque ciertos tratamientos permiten retardar su evolución. El período que transcurre desde el diagnóstico hasta la muerte del paciente varía de 3 a 20 años, con una media de 8 años, según los especialistas. "No hay cura para el Alzheimer, pero un tratamiento adecuado prolonga la vida", dijeron los médicos reunidos en el congreso.